En medio de salvas de artillería, la urna de cedro con las cenizas del jefe máximo de la Revolución Cubana, Fidel Castro, fueron sepultadas hoy en el Cementerio de Santa Ifigenia de esta ciudad, cuna de la rebeldía.
Con la llegada de los restos de Fidel a su última morada, en una ceremonia privada y familiar, finalizó un periplo de cinco días desde que los restos de Castro partieron de La Habana a Santiago el pasado miércoles en un recorrido de más de mil kilómetros.
Además de las salvas de artillería, los gritos de “Soy Fidel” fueron la consigna principal de miles de cubanos que acompañaron el último recorrido de las cenizas de Castro desde la Plaza Antonio Maceo de Santiago hacia el cementerio local.
La caravana llegó antes de las 07:00 horas locales (12:00 GMT) a ese sitio, pero agentes militares y civiles formaron al menos dos cordones de seguridad para impedir el paso tanto de la población como de la prensa.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, adelantó que los restos de su hermano quedarían “muy cerca del mausoleo del héroe nacional José Martí; de sus compañeros de lucha en el Moncada, el Granma y el ejército rebelde; de la clandestinidad y las misiones internacionalistas”.
Ninguna autoridad de Cuba informó si en el acto se pronunciaron algunas palabras por parte de los familiares.
Fotografías de Fidel y la consigna de “Yo soy Fidel” fueron la constante entre los seguidores del extinto líder cubano, fallecido el pasado 25 de noviembre a la edad de 90 años.