El fundador de Wikileaks, Julian Assange, difundió este miércoles su reciente testimonio ante la justicia sueca, en el que reiteró que las relaciones con una mujer que le valieron ser sospechoso de violación fueron consentidas.
Los hechos ocurrieron en Suecia en 2010, durante una visita en la que Assange mantuvo relaciones sexuales con dos mujeres que le acabaron valiendo ser sospechoso de agresiones sexuales con una, a la que se refiere como AA en el testimonio, y de violación con otra, identificada como SW.
Los posibles delitos cometidos contra AA expiraron en 2015, y resta en pie la sospecha de violación, por la que la justicia sueca le tomó declaración en la embajada de Ecuador en Londres a mediados de noviembre, cinco años después de los hechos y tras arduas negociaciones entre Quito y Estocolmo. En la transcripción de su testimonio, Assange asegura que SW buscó incesantemente mantener relaciones sexuales con él, y que aceptó que estas fueran sin preservativo.
“SW dejó muy claro que quería mantener relaciones sexuales conmigo», afirma Assange en el testimonio.
«Su conducta hacia mí en la noche en cuestión y por la mañana, me dejó claro que quería, de modo activo y entusiasta, que mantuviera relaciones sexuales con ella», insistió.
Según Assange, copularon en «cuatro o cinco ocasiones» en la noche y mañana que pasaron en casa de la mujer, a la que conoció en una conferencia que ofreció en Estocolmo.
La última de esas ocasiones fue la que le valió la persecución de la justicia, porque la mujer aseguró que Assange lo hizo sin preservativo contra su voluntad, aprovechando que estaba dormida, algo que el fundador de Wikileaks niega en su declaración.
«Es falso. Estaba seguro de que SW no estaba dormida. También estoy seguro de que ella consintió explícitamente mantener sexo sin protección antes de que empezara el coito», afirma Assange, citando unos mensajes de texto de la mujer, a los que tuvieron acceso sus abogados, que corroborarían la versión.
«Me fui de su casa en buenos términos. En ningún momento estando con ella me dijo que le había faltado al respeto de alguna manera», sostuvo.
Assange -citando a la mujer- afirma que ella no quería denunciarle, aunque estaba dispuesta a obligarle a someterse a una prueba para descartar que tuviera alguna enfermedad de transmisión sexual, y que fue la policía sueca la que insistió.
El australiano de 45 años buscó asilo en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012 para evitar una orden de extradición a Suecia, porque temía luego ser enviado a Estados Unidos para responder por la difusión de miles de secretos oficiales a través de Wikileaks.