EN EL PRI estatal, hay preocupación política.
Y no es para menos, pues el panorama político del Estado, pinta azul, con avance significativo a seis meses, aproximadamente, de que lleguen las próximas elecciones municipales.
Como en el caso de la familia, que es la base de la sociedad, así, la red de alcaldes en Veracruz, es el principal respaldo para una sucesión gubernamental como la que se presentará en el dos mil dieciocho.
Ganar la mayoría de las alcaldías, significa para los partidos políticos, la posibilidad de avanzar en el camino que lleva a la sucesión.
Y esto, para el PRI, visto de esta manera, es uno de los grandes retos que tendrá que superar de aquí al mes de junio próximo.
El descalabro electoral del pasado cinco de junio, lo pone en desventaja, incluso, frente al propio Partido político del Movimiento de Regeneración Nacional, que en las pasadas elecciones, le pisó sus propios talones.
Y es que ahora sí tendrá que tomar al toro por los cuernos. Será necesario que desde el principio se apodere de la situación y no dejarlo en manos de otros, como también sucedió en las pasadas elecciones, donde, como partido político, nada tuvo que hacer, pues las decisiones y todas las estrategias utilizadas, se dictaron desde Palacio de Gobierno, o desde la Casa Veracruz, como se quiera ver.
En el PRI, solo se limitaron a seguir las instrucciones.
Por eso, renovar su dirigencia, esta siendo el primer requisito desde hace tiempo. La necedad política no lleva a nada y contribuye, al contrario, a entorpecer la posibilidad de una verdadera batalla política contra el PAN y su principal partido aliado. Incluso, contra MORENA, que tendrá, todavía, una buena tajada de votos para estas elecciones.
Es cierto, el panorama político de Veracruz, pinta, por ahora, de color azul. Sus estrategias políticas, ya se están viendo y tienen especial dedicatoria, no tan solo en las elecciones municipales, sino también en el proceso sucesorio del siguiente año.
El PAN, podría haber llegado para quedarse, más si la actual administración estatal, no se desvía de sus propios objetivos políticos y fortalece su presencia con buenos resultados en toda la entidad. A Miguel Ángel Yunes Linares, le tienen confianza, pues de otra manera, no hubiera superado sus propias expectativas de triunfo en las pasadas elecciones, pues como se sabe, los votos, no solo fueron suficientes para ganar la gubernatura, sino que fueron más allá como el suceso más inesperado de una verdadera alternancia que no se dio por casualidad, sino que fue el producto del trabajo político del PAN y del PRD, de la reacción del propio pueblo veracruzano, que ya estaba cansado de tanto despilfarro, de tanta intranquilidad social y falta de una verdadera y plena garantía de seguridad.
Y Miguel Ángel Yunes Linares, lo sabía perfectamente bien.
La lucha, pues, será fuerte, para las elecciones municipales, pero no habrá choque de trenes. No hay las condiciones para que así sea, pues el PRI, todavía no se levanta de su seria caída política de hace seis meses, apenas.
Lo de MORENA, aunque haya destacado en las pasadas elecciones, no hay elementos suficientes que hagan creer que seguirá siendo un partido de grandes expectativas políticas, aunque hay quienes piensan que seguirá estando por encima del propio Partido tricolor, cuando menos, en la jornada electoral que se aproxima.
El panorama político de Veracruz, pinta azul, es cierto.
Y en el PRI, principal partido político de oposición, así deben entenderlo, aunque haya quien no crea que así es.
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Y VAYA QUE el Gobernador del Estado, esta plenamente comprometido con los veracruzanos.
En principio, tendrá triple trabajo en su administración.
Por un lado, la atención en recomponer el sistema financiero del Estado, devolver la tranquilidad en todo el territorio nacional y procurar la creación de empleos que permitan subsistir a las familias en estos momentos de grandes carencias económicas.
Por otro lado, responder con eficacia a las expectativas de los veracruzanos, de manera especial, cumpliendo su promesa de llevar a la cárcel a quienes han dañado profundamente el erario del Estado. Hacer que devuelvan lo robado y aplicando con justicia, el castigo que merezcan.
Y sin duda, otra de sus principales actividades, cuidar que la estancia de la coalición, PAN-PRD, permanezca en el gobierno, asumiendo su propia responsabilidad de mantener activos a estos partidos políticos para las próximas elecciones y ganar, como el objetivo primordial de su proyecto político de ocho años, cuando menos. No será fácil para hombre, que aún con la experiencia política acumulada en tantos años, el reto de cumplir con estos compromisos, será, de alguna manera, un trabajo excepcional.
Pero, del triple trabajo que tendrá en estos dos años de gobierno, la estancia en Palacio de Gobierno, dependerá en mucho, de los dos compromisos primeros ya señalados, es decir, estabilizar el asunto económico de la entidad y procurar borrar de sus respuestas, el no hay.
Atrapar a los malosos que dejaron al Estado, en pésimas condiciones y hacer que regresen los recursos que se han llevado. Aplicar una verdadera justicia como corresponde en estos casos y procurar mayores oportunidades de vida para todos los veracruzanos.
Titánico, el asunto. Así se ve.
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EL CICLO DE Namiko Matzumoto Benítez, al frente de la Presidencia de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, ya concluyó y no precisamente por el término señalado para su permanencia en el cargo, sino por las diversas omisiones que ha tenido en el debido cumplimiento de su deber.
Hay que recordar, solamente, su falta de atención en el caso de los hombres y mujeres que fueron exhibidos en el mero centro de la capital del Estado, desnudos completamente, en el más absurdo atropellamiento de sus derechos humanos.
Nos referimos, sin duda alguna, al Movimiento Nacional de los Cuatrocientos Pueblos, grupo político, ahora replegado por las circunstancias políticas que imperan en Veracruz.
Y es que también, en estos hechos que han preocupado a la propia sociedad, se han violado, de la misma manera, los propios derechos humanos de los mismos habitantes de la capital, que por diversas razones, tuvieron que ser espectadores de una verdadera pérdida de valores.
Namiko Matzumoto Benítez, no movió un dedo, ni siquiera se manifestó en contra de estos escandalosos hechos que movieron a la reflexión generalizada de la sociedad.
Por eso, Matzumoto Benítez, debe ser relevada, cuanto antes.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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