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AP

Espeso humo negro cubrió Beijing el martes, ahogando la capital de China en una bruma que llevó a las autoridades a cancelar vuelos y cerrar algunas autopistas como medida de emergencia para disminuir la contaminación del aire.

Beijing y gran parte del norte industrial de China están en “alerta roja”, el nivel más alto de los cuatro que conforman el sistema de advertencia de contaminación del país. La alerta roja afectó a 460 millones de personas, según la representación de Greenpeace en el este de Asia, la cual calculó que aproximadamente 200 millones de personas estaban viviendo en áreas en las que se han registrado niveles de contaminación del aire más de 10 veces arriba de los lineamientos establecidos por la Organización Mundial de la Salud.

El público sigue de cerca la información sobre los niveles de PM2,5, partículas contaminantes que miden 2,5 micras, son fácilmente inhalables y dañan el tejido pulmonar. La OMS designa el nivel seguro de esas pequeñas partículas tóxicas en 25 microgramos por metro cúbico. La mañana del martes, la lectura de PM2,5 en Beijing subió a más de 300. En muchas ciudades del norte de China la lectura ha superado los 500 microgramos por metro cúbico.

Medios estatales reportaron que han sido cancelados 169 vuelos en el Aeropuerto Internacional Capital Beijing, donde la visibilidad cayó en algún momento a 300 metros (984 pies). Algunas secciones de la sexta autopista de circunvalación de Beijing, una carretera que rodea la ciudad de más de 20 millones de habitantes, fue cerrada con el fin de mantener a los automóviles fuera de los caminos.

Las autoridades incluso retiraron parrillas de carbón de restaurantes y prohibieron el uso de pinturas en aerosol en algunas partes de la ciudad, reportó la prensa estatal.

China ha registrado desde hace mucho tiempo uno de los peores niveles de contaminación de aire en el mundo, la cual ha sido atribuida a su alto consumo de carbón mineral para la generación de energía eléctrica y la producción industrial, así como a una gran cantidad de automóviles viejos y menos eficientes en las carreteras. Beijing y otras ciudades han tratado de mejorar la calidad del aire utilizando gas natural en lugar de carbón mineral en sus plantas termoeléctricas, y mediante el uso de flotillas de autobuses y taxis eléctricos.

Se espera que la alerta roja termine el miércoles.