Tanto por las inversiones que puede realizar en Estados Unidos como porque Donald Trump lo considera «un hombre maravilloso», el magnate mexicano Carlos Slim seguramente será un embajador de facto, de México en Estados Unidos, sobre todo después «del vacío y parálisis en la quedó  la política exterior mexicana tras la visita de su nuevo amigo a los Pinos», escribe Carlos Mota en «El Financiero».