«Lo que no dicen ni el gobierno ni sus voceros, es que buena parte de la molestia ciudadana por el gasolinazo obedece a que la clase política no pone de su parte. Par los diputados sigue habiendo superbonos y megaaguinaldos; para los funcionarios federales, sus fabulosas prestaciones y el pago de gastos superfluo; para los sindicatos gubernamentales, dinero a manos llenas; para los partidos políticos, recursos sin fin; y para las campañas, todo el dispendio que haga falta… Más, la corrupción y las infeciencias de PMEX». Es lo que publican en «Templo Mayor» de Reforma.