Un sheriff estadounidense ha ofrecido al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, a los presos de la cárcel que él administra para la construcción del muro en la frontera con México, una propuesta que organizaciones defensoras de las libertades civiles amenazaron hoy con llevar a los tribunales.
Thomas Hodgson, sheriff del condado de Bristol, en Massachusetts, ya ha trasladado esta controvertida propuesta al equipo de transición del presidente electo, aunque no ha recibido respuesta, explicó este miércoles durante la inauguración de su cuarto mandato.
“No me imagino ningún otro proyecto que pueda tener un impacto así de positivo en nuestros presos y nuestro país que construir el muro”, dijo Hodgson, que tiene jurisdicción sobre la cárcel del condado.
“Aparte de aprender y perfeccionar sus técnicas en construcción, el simbolismo que tendría en las comunidades de todo el país que estos presos construyan un muro para prevenir el crimen y proteger puestos de trabajo y oportunidades laborales para sí mismos, puede ser muy poderoso”, añadió el sheriff.
Hogson, además, explicó que ha hablado con varios de sus colegas y que se imagina a presos llegados de todo el país trabajando en la construcción del muro, una de las propuestas estrella de Trump durante la campaña electoral para frenar el flujo de indocumentados hacia Estados Unidos.
Al acto en el que Hodgson hizo estos comentarios asistió el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, republicano como el sheriff, quien dijo a través de un portavoz que no sabía nada del plan y que preferiría que los presos sigan trabajando en programas “cerca de casa”.
El condado de Bristol está a unos 3.500 kilómetros por carretera del punto fronterizo sureño más cercano, la ciudad de Laredo (Texas).
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), la principal organización pro derechos civiles del país, amenazó hoy con llevar a los tribunales al sheriff Hodgson si finalmente prospera su propuesta.
“La propuesta es perversa, es inhumana y probablemente sea inconstitucional. Es también un intento del sheriff Hodgson de subirse a la ola y hacerse famoso en todo el país”, afirmó Laura Rótolo, una abogada de la ACLU en Massachusetts.
Hodgson ya ha protagonizado varias polémicas desde que se convirtió en sheriff en 1999, como la de cobrar cinco dólares diarios a los reclusos para su manutención o impulsar el uso de cuerdas de presos para trabajos voluntarios.