«La gente está enojada. Quizás, desde aquel error de diciembre del 94, no habíamos visto una medida económica peor operada que la de quitar subsidios a las gasolinas con un aumento del 20 por ciento promedio a partir del 1 de enero pasado, y con la promesa de aumentos sucesivos en febrero y marzo, dejando luego el precio de los combustibles flotar a merced del mercado. Las alternativas pudieron ser muchas, pero se optó por el aumento directo, por el garrote sin zanahoria y en plenas fiestas decembrinas, por lo que mucha gente se sintió, además, engañada. Lo que tampoco justifica la ola de saqueos que se ha dado en todo el país, que implica la participación de grupos políticos, una trama desestabilizadora». Es parte de lo que escribe Jorge en «Excelsior»-