La Asamblea Constituyente aprobó en lo general el artículo 21 de la Constitución de la capital mexicana para que el servicio público de potabilización, distribución, abasto de agua y drenaje sea “prestado por el gobierno de la ciudad a través de un organismo público” y autónomo y este servicio no podrá ser privatizado”.
La vicecoordinadora de la bancada de Morena, Clara Brugada, advirtió a sus simpatizantes que en la Mesa Consultiva se determinó que no cederían a una privatización del suministro.
En tribuna solo dos morenitas, Jaime Cárdenas e Irma Sandoval, se mostraron en contra del dictamen al pedir que se incluyera el saneamiento, pero su líder de bancada, Bernardo Batiz llamó a no “tener consideraciones timoratas y poner en tela de juicio lo que se está logrando”.
Las bancadas del PRD, PAN, PRI y encuentro Social avalaron la redacción para que el agua no se pueda privatizar en la Ciudad de México.