«Fructificaron las protestas ciudadanas y obligaron al gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, a derogar la ley que permitía la privatización del agua. En Mexicali, ante una megamarcha dominical sin precedentes en esta ciudad, que congregara a más de 60 mil personas, al gobernante blanquiazul no le quedó de otra más de dar marchar». Lo comenta Francisco Cárdenas Cruz en «La Razón».