El presidente saliente de EU, Barack Obama, defendió hoy su polémica decisión de conmutar la pena a la exsoldado Chelsea Manning, quien en 2010 filtró un número récord de documentos secretos a WikiLeaks y de quien dijo que ha cumplido ya una “dura” sentencia a prisión.
Obama también comentó, en su última rueda de prensa antes de dejar la Casa Blanca en dos días, que no presta atención “a los tuits de (Julian) Assange“, fundador de WikiLeaks y quien ha dicho que está dispuesto a ir a Estados Unidos si se garantizan sus “derechos”.
Manning, privada de libertad desde hace 7 años dentro de una condena a 35 años de prisión, “ha pasado una significativa cantidad de tiempo” en la cárcel, según recordó Obama al explicar la decisión, anunciada ayer, de conmutar su sentencia.
Así, Manning, un exanalista de inteligencia militar que se llamaba Bradley y comenzó un tratamiento de cambio de sexo para ser mujer en su cárcel militar de Kansas, donde intentó suicidarse en dos ocasiones, será liberada el próximo 17 de mayo.
Obama dijo sentirse “muy cómodo” con su decisión sobre Manning, porque cree que se ha hecho justicia.
La semana pasada, WikiLeaks había asegurado que Assange “aceptaría su extradición a Estados Unidos” si Obama garantizaba “clemencia a Manning”.
“Assange confía en que ganaría cualquier juicio justo en Estados Unidos”, afirmó hoy WikiLeaks en Twitter tras conocerse la decisión de Obama de conmutar la pena a Manning.
En respuesta, Obama señaló durante su conferencia de prensa que no presta “mucha atención” a los tuits de Assange, por lo que su propuesta de viajar a EU “no fue una consideración” en el caso de Manning.
Además, Obama remitió a los periodistas al Departamento de Justicia para “cualquier investigación criminal, formulación de cargos o asuntos de extradición que puedan surgir” con respecto a Assange.
De 45 años, Assange está refugiado desde 2012 en la Embajada de Ecuador en Londres para evitar su entrega a Suecia, que le reclama para esclarecer su supuesta implicación en una violación “en grado menor”.
Las autoridades estadounidenses han confirmado que el FBI investiga la publicación de información sensible a través de WikiLeaks a raíz de las filtraciones de Manning, si bien no han revelado si Assange ha sido acusado formalmente en un tribunal secreto.