Contrario al pensamiento del Vaticano durante siglos, el Papa Francisco sostuvo hoy que hace 500 años el objetivo de Martín Lutero, con su crítica al pontífice de Roma, era renovar la Iglesia católica y no dividirla.
Jorge Mario Bergoglio hizo estas consideraciones durante una audiencia -en el Palacio Apostólico- con una delegación ecuménica de la Iglesia Luterana de Finlandia, con motivo de la peregrinación ecuménica a Roma para celebrar la fiesta de San Enrique, patrono del país.
El pontífice justificó así su participación de octubre pasado en la ceremonia conmemorativa de los cinco siglos de las tesis que lanzó Lutero y que, a la postre, precipitaron el cisma que generó la Iglesia luterana.
Esa presencia fue duramente criticada por una franja de comentaristas religiosos, porque fue vista como la celebración de la ruptura en el catolicismo.
Este día el Papa afirmó que dicho encuentro, celebrado en la ciudad sueca de Lund, tuvo un “significado importante” porque en él católicos y luteranos pudieron exponer claramente las perspectivas sobre las cuales se puede decir que están realmente de acuerdo.
“Al mismo tiempo tenemos vivo en el corazón el arrepentimiento sincero por nuestras culpas. Con este espíritu, en Lund se recordó que el intento de Martín Lutero, 500 años atrás, fue el de renovar la Iglesia, no dividirla”, estableció.
“Ese encuentro nos dio la valentía y la fuerza de mirar adelante, en el camino ecuménico que estamos llamados a recorrer”, agregó.
Además sostuvo que cuando, juntos como cristianos (católicos y luteranos) sostienen a quienes sufren, a quienes tienen necesidad, a quienes están expuestos a persecuciones y violencia, entonces ya no están divididos sino unidos “en el camino hacia la plena comunión”.