El Pontífice solicitó no adelantarse a los acontecimientos y esperar la actuación del presidente de Estados Unidos
Papa Francisco pidió prudencia ante las alarmas desatadas por el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de quien dice en una entrevista al periódico español El País, adelantada esta noche en su versión digital, que «no me gusta anticiparme a los acontecimientos. Veremos qué hace».
Hay que ver qué hace, no podemos ser profetas de calamidades», afirma al diario en una larga entrevista concedida el viernes día 20, aunque advierte de que «en momentos de crisis, no funciona el discernimiento» y los pueblos buscan «salvadores» que les devuelvan la identidad «con muros y alambres».
En la entrevista Jorge Mario Bergoglio se muestra consternado por el drama de los refugiados o la prostitución en manos de las mafias, admite haberse sentido a veces «utilizado» por su compatriotas argentinos, y por la desproporción económica en la que la mayor parte de la fortuna del mundo está en manos de unos pocos.
Sobre la inmigración afirma que es necesario empezar un proceso de integración: «cuando no hay integración se crean guetos, y no le echo la culpa a nadie, pero de hecho hay guetos», y pone el exitoso ejemplo integrador de Suecia al respecto.
A los españoles les pide diálogo: «Es el consejo que doy a cualquier país. Por favor, diálogo. Como hermanos, si se animan, o al menos como civilizados. No se insulten. No se condenen antes de dialogar».
No se puede concebir una política sin diálogo. Y eso vale para España y para todos. Así que si usted me pide un consejo para los españoles, dialoguen. Si hay problemas, dialoguen primero», comenta.
El Papa Francisco revela que su mayor preocupación sobre la iglesia es mantener su cercanía con la gente. «Una Iglesia que no es cercana no es Iglesia. Es una buena ONG», dice.
Sobre la labor de la diplomacia vaticana que públicamente agradecieron Barack Obama y Raúl Castro en el acercamiento de ambos países, asegura que «la historia juzgará las cosas».
Y en relación al bloqueo que según El País se produce en casos como el de Venezuela o Colombia, el Papa Francisco se muestra partidario del papel de mediación vaticana.
Hay un principio, que para mí es claro, que es el que tiene que regir en toda la acción pastoral pero también en la diplomacia vaticana: mediadores, no intermediarios. O sea, hacer puentes, y no muros (…) que no son para él, son para que caminen los otros.
El Papa Francisco opina que Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico y que la emigración es también desde Panamá a la frontera de México con Estados Unidos.
La gente emigra buscando. Porque los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias», afirma a El País.
Latinoamérica tiene que rearmarse con formaciones de políticos que realmente den a Latinoamérica la fuerza de los pueblos», señala el papa, antes de subrayar que para él el ejemplo más grande es el de Paraguay de posguerra.
(Paraguay) Pierde la guerra de la triple alianza y prácticamente el país queda en manos de las mujeres. Y la mujer paraguaya siente que tiene que levantar el país, defender la fe, defender su cultura y defender su lengua, y lo logró. La mujer paraguaya no es cipaya (quien vende la patria a la potencia extranjera que le pueda dar más beneficio) defendió lo suyo (…) Para mí es la mujer más gloriosa de América», subraya el papa Francisco a El País.