La contienda electoral que estamos viviendo desde el pasado mes de noviembre del 2016, es de gran importancia para las tres principales fuerzas políticas de esta entidad como lo son: el Partido Acción Nacional, el Movimiento de Regeneración Nacional y el Revolucionario Institucional.
No solamente porque están en disputa los 212 gobiernos municipales veracruzanos, que definirán de alguna manera que instituto político sea el triunfador en la próxima elección de gobernador de este Estado, sino también porque los triunfos que se obtengan demostrarán realmente cuál de estas tres fuerzas políticas es la más importante en estas tierras y por tanto además de obtener su abanderado la gubernatura de Veracruz, también estarán en posición de ser un factor muy interesante para el próximo relevo del Ejecutivo Federal.
La razón de esta importancia no es ningún secreto, simple y sencillamente es la cantidad de votos que el Estado de Veracruz aporta en las elecciones federales por el alto número de electores que tiene registrados en el padrón electoral, que para este año 2017 son aproximadamente 5 millones y medio, entre mujeres y hombres en edad de votar.
Por lo que las actividades partidistas que lleven a cabo cada uno de estos tres institutos políticos desde este momento, serán de importancia, porque comenzarán a contar entre los electores. Sobre todo aquellas que estén encaminadas a combatir el alto índice de corrupción que estamos viviendo en esta saqueada nación, así como también las que combatan el alto gasto que nos cuesta a todos los mexicanos mantener el inoperante y corrupto aparato gubernamental, que nos ha llevado a sufrir a todos los mexicanos los altos índices de inflación con que tratamos de sobrevivir.
Así tenemos por el momento que dos de estos partidos que hasta el momento han aparentado tener ideologías diferentes, como lo son el PRI y MORENA, en el Congreso de la Unión, a través del vicecoordinador de la bancada tricolor Jorge Carlos Ramírez Marín y de la coordinadora de las huestes de Andrés Manuel López Obrador, Rocío Nahle, han manifestado su apoyo a recortar uno de los más altos gastos que tenemos que solventar los mexicanos, como son las famosas prerrogativas que tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismo Públicos Locales Electorales (OPLE) de las 32 entidades federativas, tienen que entregar a aquellos partidos y sus apéndices que cuenten con registro en estas dos instituciones, la nacional y las locales.
Para este 2017 el financiamiento federal para los partidos o sea las prerrogativas, será de 4 mil 59 millones de pesos, cantidad exorbitante, que nos interesaría muchísimo a todos lo que aportamos nuestro dinero -a la fuerza- para este inútil gasto, quien lo ejerce y en qué. Situación que los organismos electorales desde que iniciaron sus funciones, sospechosamente nunca han podido transparentar, no porque la legislación correspondiente no lo contemple, sino porque no la aplican como debe ser. O cuando estimado lector se ha usted enterado que por sobrepasar los límites autorizados de gastos en campaña se elimine al candidato infractor de la contienda. Situación que ha pasado en todos los procesos electorales, principalmente por aquellos candidatos que han estado respaldados por el PRI, PAN y el PRD.
Por eso resulta de gran interés la declaración hecha por los legisladores federales de MORENA, veracruzanos, Cuitlahuác García y Rocío Nahle, de renunciar al bono de 150 mil pesos que se han auto autorizado los inquilinos de San Lázaro. Acción con la que ponen el ejemplo a los otros 498 legisladores federales de lo que se debe realmente de hacer, si se tiene el interés verdadero de trabajar en ayudar al país a salir de la deficitaria situación económica en que se encuentra.
A lo que surgen los cuestionamientos ¿por qué tenemos los ciudadanos mexicanos que pagar los gastos de las precampañas y campañas de los candidatos de los diferentes partidos políticos? ¿Estos gastos no deberían correr por los interesados o sea los candidatos o en última instancia por los integrantes de cada partido que los postula? Cómo sucede en otros países, pues cabe la posibilidad de que a usted estimado amigo no le convenza ninguno de los aspirantes a “representantes populares” o no esté de acuerdo con la “ideología” de los partidos contendientes. Entonces no tiene ninguna obligación en entrarle con su dinero.
La verdad es que es un abuso el obligarnos a los mexicanos a financiar el proceso electoral que sea. Ojalá y haya alguna fracción parlamentaria en San Lázaro que inicie tratando de abatir este inútil gasto, pues aquel “político” que desee ser legislador local o federal que le cuesto, él es el que va a gozar y disfrutar de las dietas, del fuero y las demás linduras que le llegan a todo aquel que tiene el pinche poder, como ya lo hemos visto aquí. Pues la experiencia hasta el momento con la mayoría de nuestros “representantes populares”, federales y locales, ha sido no solamente triste, sino también desastrosa. Para muestra solamente hay que analizar algunos perfiles de nuestros legisladores locales y también de los federales, para darnos cuenta que son unos verdaderos ampones. Hasta el miércoles. noti-sigloxxi@nullhotmail.com (Fech. Púb. Lun. 23-enero-17)