Varios miles de opositores marcharon este lunes en Caracas y otras siete ciudades del país para presionar la realización de elecciones regionales y lograr una salida a la severa crisis en la que está sumido el país suramericano.
Bajo la consigna “elecciones ya” miles de opositores, portando banderas venezolanas y de los diferentes partidos, marcharon por algunas vías del este y oeste de la capital. La protesta fue bloqueada en una avenida del norte de Caracas por centenares de policías, con equipos antimotines, quienes formaron un cordón humano para impedir el avance de los marchistas hacia la sede del Consejo Nacional Electoral, en el centro de la ciudad.
Luego de más de una hora de forcejeo con los policías, los opositores se retiraron pacíficamente del lugar después que un grupo de dirigentes entregó a uno de los directores del CNE un documento exigiendo la definición de un cronograma electoral para este año.
El dirigente opositor Henrique Capriles rechazó el despliegue de policías y militares que hubo en Caracas y otras ciudades del interior, y sostuvo que esas acciones revelan el “terror” que le tiene el presidente Nicolás Maduro y su cúpula a que se den elecciones en Venezuela y salga el pueblo a la calle.
Aunque la marcha de este lunes fue masiva, la asistencia fue mucho menor a la que se reportó en las protestas que se dieron el año pasado a favor de un proceso de referendo revocatorio de mandato de Maduro, que fue suspendido en octubre por las autoridades electorales y judiciales.
El presidente de la encuestadora local Datanálisis, Luis Vicente León, atribuyó el debilitamiento de la participación de los manifestantes a un problema de “motivación” y al “miedo” generado por la represión de los cuerpos de seguridad, e indicó que la dirigencia opositora tiene un “inmenso reto” de reconstruir la participación para la defensa de los derechos políticos.
León dijo en su cuenta de Twitter que ocho de cada diez venezolanos quiere un cambio político en el país, pero sostuvo que “la mayoría no tiene ni idea que hacer para lograrlo”.
Estas marchas marcan el retorno a las calles de la oposición, que había suspendido las acciones de protesta a fines de octubre a raíz de la activación de una mesa de diálogo con el gobierno que se estancó debido a acusaciones mutuas sobre incumplimiento de acuerdos.
El secretario ejecutivo de la coalición opositora, Jesús Torrealba, dijo a The Associated Press que las marchas buscan hallar una “solución política” a la severa crisis venezolana, y descartó que las nuevas gestiones que están realizando los facilitadores internacionales para reactivar los diálogos puedan detener las acciones de la oposición, que enfrenta este proceso en medio de divergencias entre sus partidos aliados.
Venezuela está sumida en una compleja situación: una inflación desbordada de tres dígitos, un grave desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos básicos y una recesión económica.
Los facilitadores internacionales del proceso de diálogo entregaron la semana pasada al gobierno y la oposición un conjunto de propuestas que incluyen la definición de un cronograma electoral; la “resolución judicial” de los casos de algunas personas detenidas; la implementación de medidas para el abastecimiento de medicamentos y alimentos, y la normalización de las funciones institucionales de la Asamblea Nacional, entre otras ideas, según revelaron este lunes algunos medios locales.
Varios miles de seguidores del gobierno también marcharon en el oeste de la ciudad para celebrar el traslado de los restos del dirigente izquierdista Fabricio Ojeda, quien murió en 1966 en una cárcel, hacia el histórico Panteón Nacional donde están enterrados varios héroes venezolanos.
El acto en el Panteón Nacional fue encabezado por Maduro que acudió a la ceremonia acompañado de algunos de sus ministros y el alto mando militar.
Con los actos de este lunes el oficialismo y la oposición celebrarán por separado una vez más el establecimiento de la democracia en Venezuela desde 1958 tras la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez.