«… A mis amigos les adeudo la ternura, y las palabras de aliento y el abrazo, el compartir con todos ellos la factura, que nos presenta la vida, paso a paso… A mis amigos les adeudo la paciencia de tolerarme las espinas más agudas, los arrebatos de amor, la negligencia, las vanidades, los temores y las dudas… Un barco frágil de papel, parece a veces la amistad, pero jamás puede con él, la más violenta tempestad.. Porque ese barco de papel, tiene aferrado a su timón, por capitán y timonel: un corazón». La recuerda Alfonso Mora Chama en su «Espacio 13».. De seguro les va a gustar a Carlos Hernández Morales y a Rubén Morales Aburto.