Naciones Unidas expresó hoy su profunda preocupación por la situación de 1.8 millones de personas en la ciudad de Alepo y alrededores, que llevan sin suministro de agua desde el pasado 14 de enero.
“La ONU sigue respondiendo a la crisis de agua dando combustible para operar 100 pozos y está apoyando el transporte con camiones de agua, alcanzando casi a un millón de personas necesitadas”, dijo a los periodistas el portavoz Stéphane Dujarric.
La ciudad de Alepo, retomada completamente por el régimen sirio, y varias zonas rurales de la provincia del mismo nombre llevan varias semanas sin poder acceder a su principal fuente de suministro de agua, situada en una zona bajo control de los terroristas del Estado Islámico (EI).
Mientras tanto, Dujarric explicó que la ONU está trabajando también con el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja siria para llevar alimentos y otra ayuda de emergencia a zonas rurales de la provincia de Homs.
Un convoy entregó asistencia este domingo a unas 84 mil personas en la localidad de Talbiseh, una zona en la que no entraban suministros de este tipo desde el pasado septiembre.
El portavoz reiteró los llamamientos a todas las partes del conflicto a facilitar la entrega de ayuda humanitaria a los 4.7 millones de personas que viven en zonas de difícil acceso, incluidos unos 643 mil 800 que se encuentran en áreas bajo asedio.