Por mucho que se quiera reducir el número de personas que desbordaron el Centro Histórico de Xalapa, las fotografías muestran la gran afluencia y el poder de convocatoria que tiene Andrés Manuel López Obrador entre los veracruzanos, particularmente entre los xalapeños. No importó que estuviera el Superbowl a esa misma hora, no importó que llegara un poco tarde, los fieles seguidores de AMLO son quienes lo colocan todavía como puntero entre los que aspiran a la presidencia de la República en 2018.
Si llegaron en autobuses como acarreados, ¿pues cómo esperaban que llegara? Recuerdo los días en que López Obrador tenía tomada la calle de Reforma en la Ciudad de México, las personas en Xalapa se ponían de acuerdo para ir a apoyar la manifestación. Alquilaban entre todos un autobús, pagaban su boleto, sus alimentos y se iban en fin de semana. Seguramente hicieron lo mismo quienes llegaron de diferentes partes de Veracruz.
Aparentemente Andrés Manuel no debería tener problemas para hacer de Veracruz su bastión político, pero el caso es que sí va a tener problemas. El problema de López Obrador en Veracruz está en los que dirigen Morena, en los diputados y diputadas que, con sus marcadas excepciones, sólo van al Congreso a calentar el asiento.
Manuel Huerta por ejemplo cada semana da claras muestra de una estulticia sectaria que causa rechazo entre los que reconocen el liderazgo de López Obrador. Si a esto le sumamos que Morena se puede convertir en un depósito de cascajo político, entonces la cosa se agrava. La política de Morena no puede reducirse a recibir a todo aquel que diga que está inconforme con el sistema político actual. Los que se acercan a Morena lo hacen porque les conviene a sus intereses, no a los intereses del pueblo. Tampoco puede seguir funcionando esa tómbola política que se organizara en las elecciones pasadas, donde sólo por tener el número premiado se puede hacer diputado a cualquiera. Ahí está el ejemplo del diputado Sebastián Reyes Arellano, quien a la primera que vio dónde estaba más cómodo dejó las filas de Morena para volverse independiente.
¿Y qué decir del diputado Cuitláhuac García? Quienes lo conocieron en otros tiempos lo calificaban como un joven emprendedor y entusiasta, un militante de izquierda honesto pero sobre todo sensato. ¿Dónde quedó el Pejejito? ¿Dónde quedó el Cuitláhuac que repartía su propaganda política de casa en casa? De plano lo perdimos. Desde sus primeras declaraciones, “que cada municipio se rasque como pueda” hasta las más recientes, “Yunes Linares ya pactó con ex funcionarios del gobierno estatal y ahora diputados priistas” vemos a un diputado ensoberbecido, que en verdad se creyó que estaba preparado para gobernar Veracruz, que en verdad se creyó que los votos que ganara en la pasada elección gubernamental fueron por sus méritos como candidato.
Si Cuitláhuac no se baja de su nube, si Cuitláhuac piensa que para llegar sólo basta con quedar bien con su militancia, si Cuitláhuac no deja de ser una mala imitación de López Obrador, entonces la historia de la elección presidencial de 2018 en Veracruz se pintará con tinta azul.
Postdata 1: En los últimos días ha habido constantes intentos por hackear mi cuenta de Facebook, el domingo lo intentaron hasta en tres ocasiones seguidas; el día sábado lo intentaron una vez. Me doy cuenta que cada mes hacen estos intentos, pero hasta el momento no lo han conseguido. He tomado previsiones para que no suceda. Pero en caso de que así fuera, agradecería a mis contactos y amigos que no se tomaran en serio cualquier publicación que no estuviera en concordancia con mi conducta y mi trabajo. Al mismo tiempo sería de mucha utilidad si reportaran esas acciones. Gracias de antemano.
Armando Ortiz aortiz52@nullhotmail.com