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Notimex

Consejeros del Instituto Nacional Electoral y expertos urgieron a las empresas demoscópicas a recuperar su credibilidad, a fin de que las encuestas electorales sean un factor de confianza y no de incertidumbre en los comicios federales del 2018.

“Quien abuse de las encuestas de salida en la noche de una elección competida, lejos de robustecer la confianza en torno a las elecciones, abre un flanco de vulnerabilidad”, expresó el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello.

Recordó que en los 90, las empresas demoscópicas fueron muy importantes para el fortalecimiento del sistema electoral porque “acompañaron” el resultado de los cómputos distritales, es decir, encuestas, conteos rápidos, PREP y los cómputos distritales estaban alineados, resaltó.

Por ello, recuperar la credibilidad de la industria demoscópica es vital para las elecciones del 2018 -que sin duda serán las más complejas de la historia política del país- dado que contribuyen a “blindar los resultados”, acotó Córdova Vianello.

Dijo que si bien las encuestas no pueden predecir lo que va a pasar en ninguna elección, actualmente, “están resultado disonantes con lo que los resultados que arrojan”.

Su falibilidad se puede observar en el resultado del Brexit de Inglaterra, el plebiscito de Colombia y en la elección en Estados Unidos en donde fuera de todos los pronósticos resultó ganador el candidato republicano Donald Trump, concluyó.

En ese sentido, el analista político Hugo Goñi Cabello explicó que hay un aspecto metodológico muy importante que no está fundamentado teóricamente, pero se acostumbra y es que los indecisos se asignen proporcionalmente a los candidatos o personajes que se están midiendo.

Esto se hace desde los 50, sobre todo en Estados Unidos, porque la opinión pública estaba muy bien definida, pero en los últimos fenómenos como el Brexit y las elecciones estadounidenses se van acumulando márgenes de indecisión muy grandes por la polarización de las opiniones, apuntó.

Estas “bolsas de indecisos” ya son más significativas, alcanzan incluso niveles de 30 por ciento y pueden llegar el día de la elección a votar por Trump y darle el triunfo, “entonces ahí está el punto ciego de las encuestas”, resaltó el director general de la Consultoría Candidatos y Campañas.

En opinión de Goñi Cabello, si hay que creer en las encuestas como un instrumento más de demoscopía de medición de la opinión pública, como también lo pueden ser las que se hacen en internet, “lo ideal es tener varios y poder hacer un juicio de ellos”.

Respecto a si las encuestas pueden ser un signo de inestabilidad hacia el 2018, el Director General de Parametría, Francisco Abundis, defendió el trabajo de la industria al considerar que “hay una incomprensión en buena parte de lo que hacemos” e incluso, señaló que la supuesta “crisis” que se les atribuye es solo mediática.

“Yo creo que hoy en día está muy clara la discusión de aquellos que se dedican a pronosticar y los que nos dedicamos a medir (…) nosotros no prometemos cosas que el método no da ni hace”, expuso.

Además, “creo que cuando se está comunicando permanentemente qué es una medición, hasta dónde puede llegar y señalar las advertencias de sus límites como se hace en Estados Unidos y Europa, supongo que no hay mayor problema de confiabilidad, porque el método es falible”, abundó.

Refirió que después de la votación del Brexit, “no se cayó el mundo, simplemente nos sirve para ver qué es lo que pasó en esa elección”, pues la responsabilidad de la industria demoscópica es hacer diagnósticos no pronósticos.

Ulises Beltrán de “BGC Ulises Beltrán y Asociados”, señaló que rumbo al proceso federal del 2018, en donde estarán en juego además de la presidencia de la República, 30 elecciones concurrentes, las empresas encuestadoras deberán jugar el papel que han realizado en las últimas dos décadas.

“Es decir, las encuestas no solo sirven a los partidos y candidatos, también al público en la medida que le permiten tomar una decisión informada sobre lo que es posible que ocurra, que es lo que las encuestas dicen, por lo que hay que saber leerlas con algo de escepticismo porque no son algo seguro”, anotó.

En torno a la falta de credibilidad del gremio, estimó que esta etapa “va a pasar. Han pasado muchas cosas”, aunque dijo que no por ello se deben dejar de reconocer los aciertos de las encuestas.

“Hoy en día, todo mundo está preocupado con lo que está pasando con las encuestas porque hay que revisar la parte metodológica (…) y la preocupación parte porque muchas se usan no con un fin informativo, sino que buscan incidir en los votantes y se disfraza de encuesta”, comentó a su vez el Secretario Ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina.

Para el profesor del CIDE, Guillermo Cejudo, no hay regulación, ni diseño metodológico, ni criterios que suplan la responsabilidad política de los actores que participan.

“Necesitamos no sólo más y mejores encuestas, sino también mayor responsabilidad y claridad en su uso”, añadió el también Secretario Académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

El Consejero Benito Nacif señaló en tanto que el propósito de la autoridad electoral no es detener el flujo de información, sino propiciar una mayor calidad de las encuestas.

“Y siempre tener en mente al consumidor de la información, es decir, a los ciudadanos, para definir las regulaciones sobre los medios de comunicación y las casas encuestadoras”.