«El que volvió a meterle un golazo a la prohibición pata que los gobernantes se promocionen como detergentes, fue el michoacano Silvano Aureoles. Así como no queriendo la cosa, el gobernador perredista estuvo en el medio tiempo de la trasmisión nacional del partido América-Monarcas contando las maravillas que ha hecho por su estado. Aureoles se dejó apapachar por los comentaristas televisivos y salió reluciendo una playera amarilla- sí, el color de su partido- y por supuesto llevaba en la espalda el número 1. Sencillo, sencillito». Lo comentan en «Templo Mayor de «Reforma».