Estamos en temporada de estrenos y no me podía perder la cinta Elle, que es una coproducción francesa, belga y alemana, sobre todo también porque es candidata al Oscar (me gusta escribirlo con mayúscula porque es un premio ídem) a la Mejor Película en habla no inglesa. Y siempre representa un atractivo ver cine hablado en francés y, por supuesto, cine manufacturado con otro sello distinto al norteamericano.
La cinta es de un veterano artesano del cine, ya con una larga trayectoria en Hollywood, me refiero al holandés-alemán Paul Verhoeven. Es curioso que siendo europeo, este hombre ha desarrollado casi toda su carrera en los Estados Unidos, esporádicamente ha filmado en el viejo continente, de hecho la última cinta que dirigió allá fue Zwartboek, hace ya 11 años, que fue una coproducción del reino Unido, Holanda y Alemania sobre un tema de los judíos en la Alemania nazi. Para que se sitúen quién es Verhoeven, les diré cuatro cintas de él que estoy seguro muchos lectores vieron: Robocop (1987), Total Recall (1990), Bajos instintos (1992) y El hombre sin sombra (2000).
De Robocop ni viene al caso hablar ya, todos la recuerdan, se trata de la ‘reconversión’ de un policía que queda severamente lesionado por unos maleantes, en un policía cibernético, mitad humano-mitad robot, infalible, lo pintan como el policía del futuro, y ya sabe, muchos muertos, grandes efectos especiales, unas Magnum (pistolas) que atraviesan muros, bien hecha, divertida. De Total Recall que en México se llamó El vengador del futuro, la protagonizan Arnold Schwarzenegger, Sharon Stone y Dennis Quaid, pero lo notable de esta cinta también de ciencia ficción es que fue rodada en los Estudios Churubusco, el Hotel Nikko (ahora Hyatt) de Polanco, con escenas en el H. Colegio Militar, a la salida a Cuernavaca (es la residencia de Quaid) y en la glorieta de metro Insurgentes, con un en el trasbordo de metro Chabacano. Sensacionales escenas, nada más por estos detalles la volvería a ver.
De Bajos instintos, clásica del cine negro, con Michael Douglas y Sharon Stone, pues lanzó al estrellato a esta última convirtiéndola en un símbolo sexual por las escenas subiditas de tono que aparecen en la cinta, ustedes seguramente recordarán el interrogatorio a Stone en la estación de policía y el famoso cruzado de piernas que la encumbró definitivamente. Y de ahí nos vamos hasta El hombre sin sombra, con Kevin Bacon y Elizabeth Shue, que trata de los experimentos de un grupo de científicos para molecularmente hacer invisibles a las personas, digamos que es un regular film, palomero nada más.
Pero Elle es una cinta un tanto negra, con suspenso, muy cargada de gags voluntarios de comicidad. Se trata de la historia de una mujer madura, Isabelle Huppert, sesentona digamos, divorciada, empresaria exitosa de la industria de los videojuegos, sexualmente muy activa y hasta destrampada diría yo. De ella no había visto más cine más que Les valseuses (1974), que traducida al español es algo así como Los rompelotas y en una traducción más libre podríamos llamarla Los huevones. Con un multi reparto estelar del cine galo de aquellas lejanas épocas: Gerard Depardieu, Patrick Dewaere, Miou-Moiu, Jeanne Moreau y la Huppert.
La trama es muy francesa, todo comienza cuando la Huppert (Elle) es atacada y violada violentamente en la sala de su casa por un encapuchado, y a partir de ahí se desarrolla la historia que recoge una vida de destrampe de la protagonista, mucho ‘open mind’, relaciones peligrosas, engaños, affaires, enredos, cuernos, drama, comedia, vino, champagne, París, buen gusto, el idioma francés que es una delicia escuchar su entonación y actuaciones muy solventes de sus protagonistas, con por supuesto una buena dirección de parte de Verhoeven. La recomiendo ampliamente como para airear un poco el ojo y apreciar otro cine que no es precisamente el norteamericano, otros estilos, otras historias y un cine con un ‘charm’ (encanto) que solo los franceses lo tienen.
Ah, y ya sabe, no pueden faltar las palomas mixtas, de sal y caramelo.
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@marcogonzalezga