Una caja negra con forro de terciopelo color rojo en su interior guarda un objeto plateado sobre un cojín del mismo tono, mientras la tapa es sostenida por listones negros, en espera de ser utilizado para una ocasión especial.
Lo anterior no es el típico regalo para el 14 de febrero, sino un objeto muy solicitado por la mayoría de las parejas: un juguete sexual, con el cual buscarán dar rienda suelta a sus fantasías y pasar un momento de creatividad y diversión. Los juguetes sexuales son los preferidos de las parejas, las cuales acuden a las sex-shop para adquirir este u otro tipo de objetos e imprimirle un toque diferente a su relación íntima, y donde siete de cada 10 visitantes son heterosexuales.
En entrevista para Notimex, el gerente de una de las tiendas Erotika, ubicada en la Zona Rosa de la Ciudad de México, quien pidió omitir su nombre, comentó que 80 por ciento de las personas que más visitan este tipo de establecimientos son mujeres, quienes en su mayoría acuden solas. Ellas, por lo regular adquieren vibradores, los cuales se pueden encontrar en diferentes formas y tamaños, que van desde un tierno patito hasta metálicos con formas extrañas, cuyo precio oscila entre los dos mil hasta los cinco mil pesos.
Otros objetos preferidos por las mujeres son los juguetes denominados multiorgásmicos, algunos con un tamaño discreto en forma de clip o los hay jumbo para las más arriesgadas, los cuales se encuentran en colores fosforescentes o tonos más sobrios, y se cotizan en un precio promedio de cuatro mil pesos.
En contraste, los hombres, quienes acuden por lo regular con su pareja, adquieren retardantes de eyaculación y lubricantes a base de agua o en aceite, aunque el encargado de la tienda señaló que los más recomendables son los primeros para evitar infecciones.
En estas tiendas, las parejas también pueden encontrar otro tipo de accesorios para que el momento íntimo sea más intenso, como esposas, látigos o fuetes para aquellas que gustan de emociones más fuertes.
Así como tiernos peluches que tienen diversión escondida tanto para ella como para él, además de videos, muñecos inflables, entre otros juguetes que, asegura el venededor, “les harán pasar horas y horas de placer”.
Por otro lado, la lencería, aunque es la menos adquirida en este tipo de tiendas, juega también un papel importante en los momentos de pasión; los baby-dolls con poca o casi nada de tela, son los más vendidos y tienen un precio de entre mil a tres mil pesos, aproximadamente.
En el caso de la ropa interior para caballeros, aunque es por mucho la menos adquirida y no representa una venta importante, no falta el aventurado que elija una tanga en forma de elefante o de tela de leopardo para divertir a su pareja.