La Casa Blanca esperaba recibir el viernes su pedido más reciente de 350 bolígrafos enchapados en oro, dada la costumbre de Donald Trump de regalarlos como recuerdos. Así lo hizo con los congresistas que asistieron a su primera ceremonia de firma.
El paquete más reciente de bolígrafos fue enviado el miércoles por Cross, la empresa de 170 años que ha provisto de bolígrafos a al menos siete presidentes. Trump podría ser el primero que hace de la firma una parte tan destacada de su singular estilo de gobierno.
Decididamente y sin la menor duda los necesitaba para el viernes», dijo Andy Boss, gerente de regalos empresarios para A.T. Cross Co., con sede en Providence, Rhode Island. «Diría que se le están acabando».
Los presidentes desde al menos el gobierno de Gerald Ford utilizan bolígrafos Cross, dijo Boss, cuyo bisabuelo compró la fábrica de instrumentos de escritura hace un siglo.
La empresa, vendida a un fondo de inversiones en 2013, era un importante empleador de Rhode Island, pero ahora fabrica la mayoría de sus bolígrafos en China. Todavía trata de poner la impronta estadunidense en los bolígrafos presidenciales, que son laqueados y grabados en China, pero ensamblados en Rhode Island con una mezcla de componentes nacionales y extranjeros.
El presidente Barack Obama uso el modelo Townsend, uno de los más caros, para firmar la ley de Cuidado de Salud Asequible en 2010, pero luego optó por el Century II, más delgado y equipado con punta de fieltro, el mismo que usó Trump para firmar el documento en el que expresó su intención de derogar la ley de salud de Obama.
El equipo de transición de Trump encargó los primeros 150 bolígrafos de laca negra antes de la ceremonia de juramentación. Lo único que distingue las Century II de Trump de las de Obama son las firmas grabadas y el enchapado metálico: oro en lugar de cromo.
En realidad, es una preferencia personal», dijo Boss. «Es evidente que Trump ama el oro».