«En nuestra cultura, comer con las manos es un hecho automático. El universalmente famoso taco es la muestra de acercamiento  con aquél ser humano primitivo que entendía que sus manos eran motivo de supervivencia en este mundo. Es tan maravilloso el hecho que podremos aprovechar hasta la última  gotita de salsa que se escurra entre los dedos. Por eso luego decimos: «estaba para chuparse los dedos». Este es un placer primitivo que, sin hacer caso a prejuicios, deberíamos practicar más a menudo». Lo publican en «Mesa para uno» de El Financiero.