¿Alguna vez se ha preguntado “por qué me está pasando esto”? Seguramente muchas veces.
Tal vez en este mismo instante esté enojado con alguien o quizás esté preocupado porque toda su familia es hipertensa y crea que la enfermedad puede alcanzarlo.
A lo mejor ese enojo es porque su madre no le va a heredar ninguno de sus bienes. ¿Tiene razón para estar enojado?
Pensando en los bienes, no habría razón, ya que los bienes son de su madre, y por lo tanto es libre de decidir qué hace con ellos. Pero científicamente ¿cómo podríamos responder a esas interrogantes?
Las respuestas científicas las tiene Olimpia Jiménez Huerta, ingeniero mecánico electricista que lleva 17 años investigando Física Cuántica Aplicada.
Para poder entenderla, Olimpia nos explica que primero necesitamos conocer que Cuántica Vivencial se dedica a la difusión de la Física Cuántica Aplicada a la conducta.
La Física Cuántica es padre y madre de todas las ciencias y en la actualidad, cualquier ciencia que no esté interrelacionada con Física Cuántica está parcialmente obsoleta. Incluso, la misma Política está relacionada con ella, pues la política es conductual y social y forma parte de nuestra vida cotidiana.
Olimpia señala que a nivel mundial, la Física Cuántica está totalmente ignorada, a pesar de iniciar estudios desde 1900 cuando se empieza a descubrir el comportamiento de las partículas pequeñas y microscópicas, en razón de todo lo que somos, la explicación de todas nuestras dudas que podemos tener de nuestra vida y desde luego, la explicación de cómo funciona el universo en todas tus caras.
Actualmente, el avance tecnológico es inmenso… pantallas curvas, teléfonos inteligentes, impresiones en tercera dimensión etcétera; sin embargo, la conducta se quedó estática, seguimos sufriendo por las mismas cosas, tenemos los mismos apegos, esto da como resultado una pérdida a los valores porque realmente no avanzamos… ¡hasta parece que vamos en retroceso!
La Física Cuántica la podemos aplicar a nuestra vida para transformarnos; sin embargo, no la difundimos y allí se va quedando la información estancada.
Pensamos que la memoria a corto y largo plazo está en nuestra cabeza, porque así nos enseñaron, sin embargo está dentro de algo que se llama campo cuántico, que es donde están esas partículas pequeñas que interactúan entre sí, pues es el mar de información de todos los tiempos y todos los espacios presentes, pasados y futuros.
Olimpia señala que en el proceso conductual, pensamos que las ideas generadas son nuestras, sin embargo, el cerebro recibe instrucciones 0.05 segundos antes de tomar una decisión. Indica que tradicionalmente nos enseñaron a pensar que el pasado estaba atrás del presente y más adelante el futuro, sin embargo la Física Cuántica te demuestra que esto no es así.
Aunque pareciera película de ciencia ficción, Olimpia nos dice que para que puedas vivir el presente, tiene que acontecer el futuro primero, si no hubiera existido éste muchos años antes, el pronóstico de vida sería de tan solo dos años, o sea, todos moriríamos siendo bebés, por eso necesitamos que sucedan las cosas antes.
Pero regresemos a la explicación de las preguntas iniciales de manera científica. Para ellas, Olimpia asegura que en Física Cuántica si yo me enojo con alguien, la respuesta debo encontrarla en mí, ya que la otra persona no me hizo nada, sino que hizo algo y yo me ofendí, “tú no me ofendiste sino que mi cerebro y la relación de mis ideas se confundieron”. “No tienes nada que perdonar porque nadie te hace nada, es tu propio cerebro”.
“Con respecto a la idea de ser hipertensa, tengo que trabajar esa emoción para no enfermarme, y lo único que tenemos que hacer es observar a nuestro alrededor pues el campo cuántico nos está diciendo muchas cosas a través de números, de colores, de personas a nuestro lado, por eso necesitamos estar atentos. Buscar la verdad científica de todo lo que pasa. Incluso si nuestra pareja nos pegara, tendríamos que analizar el porqué estoy soportando los años de maltrato, debo analizarme, irme a mis partículas y a mi historia”.
Olimpia es una apasionada y lo manifiesta cuando habla de Física Cuántica. Lleva 5 años dando terapia a víctimas de delincuencia organizada y de terrorismo y de guerra, enviados por la Comisión Internacional de los Derechos Humanos y Amnistía Internacional.
Ante mi cara de incredulidad me cuenta la historia siguiente:
“Hace 6 meses llega un paciente, y le empiezo a explicar la Física Cuántica; de repente empieza a llorar y exclama: ‘Acabo de entender todo. Mi vida la acabo de entender’. Y continúa su historia: En 1970 se casa y su madre le regala una estatua enorme, de 8 toneladas de mármol de un indio, de inmediato la pregunta ¿dónde lo voy a meter? Consulta al arquitecto y le dice que si la pone en el primer piso éste no aguantará, y se ve obligado a hacer toda una reestructuración en un lado de la casa. Él odiaba a ese indio. Tuvieron que subirlo hasta con grúa. Fue en 1985, cuando el temblor lo sorprendió a él y a su hijo, y mientras veía caer su casa a pedazos, corrió con su hijo hasta el lugar que consideró seguro. Adivinó usted. La columna del indio. Todos murieron, menos ellos dos.
¿Coincidencia? La explicación cuántica de Olimpia es la siguiente: la madre recibe la información sin que ella se dé cuenta a través de una parte de su cerebro que se llama inconsciente. Nosotros no nos damos cuenta de que recibimos instrucciones y ejecutamos cosas sin darnos cuenta de que las hacemos. Ella tuvo la información y le salvó la vida a su hijo. Recibimos información del campo cuántico no del más allá, esto es ciencia.
Sigo con cara incrédula. “No se trata de que me creas –me dice Olimpia– sino que entiendas cómo funcionan esas partículas pequeñas que están adentro de ti y que se interrelacionan como una gran malla. Cualquier problema normal puede ser tratado con terapia de Física Cuántica, como la depresión, los problemas económicos, de pareja, etcétera”.
Me invita a su curso de fin de semana… ¿realidad o pura ciencia ficción?
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