La historia parece de película, al margen de estar plenamente emparentada con el mundo cinematográfico. Entre las anécdotas y curiosidades de los galardones concedidos por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood figuraron casos especiales. Personajes ficticios, gente que no existió, hombres destacados a la sombra de un seudónimo, formaron parte de la extensa lista de nominados a los premios. También, increíblemente, un animal.
El insólito hecho ocurrió a mediados de la década de los ochenta. Un perro llamado P.H. Vazak estuvo entre los candidatos a ganar un Óscar en la ceremonia de 1985. Su elección no fue por sus dotes actorales, no se trató de un can que encariñó al público frente a las cámaras, como la collie Lassie, el san bernardo Beethoven o el terrier Uggie. El can en cuestión estuvo nominado en la categoría de mejor guión.
Para llegar al curioso desenlace, el personaje central de la narración fue el dueño del animal Robert Tawne. Él fue el encargado de escribir el filme Greystoke: The Legend of Tarzan, Lord of the Apes, dirigido en 1984 por Hugh Hudson. Pero por diferencias de criterios con Warner Bros, decidió ceder los créditos de su trabajo a su pastor húngaro P. H. Vazak.
Resulta que la obra hecha por Tawne fue modificada, difiriendo en muchas escenas en la versión final. Presentando a un Tarzán bastante inteligente, que aceptaba variaciones respecto de la historia madre, el rumbo se desvió radicalmente del curso de la novela de Edgar Rice Burroughs.
Tawne no aceptó los cambios introducidos en el libreto original. Al no estar de acuerdo, su respuesta fue exigir que se registrara el guión a P. H. Vazak, su propio perro pastor húngaro, quien lo había acompañado durante todo el desarrollo. Así que fue como el nombre del can constó como guionista del filme tanto en los títulos como en los créditos.
Tiempo después el perro terminó siendo nominado para el Oscar al Mejor Guión Adaptado. Sin embargo, el final no fue feliz. El premio fue para Peter Shaffer, autor del libreto del filme Amadeus. En el escenario del Dorothy Chandler Pavilion de Los Ángeles todos quedaron con las ganas de ver al animal obtener la estatuilla dorada.
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