Donald Trump propuso anoche una reforma del sistema de inmigración para dar preferencia a los inmigrantes de altos méritos profesionales por encima de uno basado en vínculos familiares, como ocurre desde 1965. En su discurso, sin embargo, no mencionó un camino a la legalización para los 11 millones de indocumentados, de los cuales 6 millones son mexicanos. Sobre el muro señaló que «será un arma contra las drogas y el crimen». En su discurso, Trump no mencionó a México, sólo citó a Canadá como un socio y retomó su discurso comercial proteccionista. La nota es de José Díaz Briseño en «Reforma». Continúa por tanto la preocupación para los mexicanos. Si no tienes dinero o grandes méritos, vales gorro con «simpatías» Trump.