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El País

El presidente de Cuba, Raúl Castro, criticó con dureza la política migratoria y comercial del mandatario estadunidense, Donald Trump, en momentos en que Washington revisa una frágil distensión con el país de gobierno comunista puesta en marcha por su predecesor, Barack Obama.

En sus primeras declaraciones críticas contra Trump desde su toma de posesión en enero, Castro calificó de ‘egoístas’ sus políticas comerciales y de ‘irracional’ su plan de construir un muro a lo largo de la frontera mexicana, que juzgó como una agresión contra toda nuestra región.

‘Expresamos la solidaridad de Cuba con el pueblo y gobierno mexicanos. La pobreza, las catástrofes, los migrantes no se contienen con muros sino con cooperación, entendimiento y paz’, dijo Castro durante la apertura de la XIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que se hizo coincidir con el cuatro aniversario de la muerte de Hugo Chávez.

En el primer discurso en que ha atacado a Trump, el mandatario cubano, de 85 años, analizó desde un enfoque hemisférico: “La nueva agenda del Gobierno de los Estados Unidos amenaza con desatar un proteccionismo comercial extremo y egoísta que impactará la competitividad de nuestro comercio exterior; vulnerará acuerdos ambientales para favorecer los ingresos de las transnacionales; perseguirá y deportará migrantes generados por la desigual distribución de la riqueza y el crecimiento de la pobreza que provoca el orden internacional impuesto’, dijo en referencia a la preponderancia global de Washington.

Castro consideró que el continente americano está ‘en una etapa crucial (…) en la que un retroceso a escala regional tendría impactos muy negativos’.

La Habana y Washington iniciaron en 2014, con el entonces expresidente Barack Obama el restablecimiento de relaciones tras medio siglo de hostilidad mutua. El republicano Trump respaldó esa política en líneas generales al inició de su campaña, pero al aproximarse las elecciones giró hacia la postura tradicional de su partido de exigir a Cuba respeto a los derechos humanos como condición para continuar el proceso de acercamiento.

El pasado 3 de febrero un portavoz de la Casa Blanca adelantó que su política sobre Cuba se encontraba en estado de ‘revisión completa’. Se prevé que Washington anuncie su nueva posición próximamente.