El Departamento de Justicia de EU dio un paso sin precedentes al acusar a espías de Rusia de ataques cibernéticos por un robo de datos a millones de usuarios de Yahoo para acceder a información privada en Internet de periodistas rusos y funcionarios estadunidenses y del propio Kremlin.
Esta es la primera vez que Estados Unidos presenta cargos por ataques cibernéticos contra funcionarios rusos, confirmó un alto funcionario, que pidió el anonimato.
Los dos espías rusos acusados son Dmitry Dokuchaev e Igor Sushchin, residentes en Rusia y que trabajan para el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y se dedican irónicamente a investigar delitos cibernéticos, detalló en una rueda de prensa una de las responsables de la investigación, Mary McCord.
Los espías rusos y dos «hackers» (piratas informáticos) están acusados de robar en 2014 datos de 500 millones de usuarios de la empresa tecnológica Yahoo, que también sufrió en 2013 otro ataque cibernético que afectó a otros mil millones de cuentas de correo electrónico abiertas en este portal.
Los dos «hackers» acusados son Karim Baratov, detenido este martes en Canadá, y Alexsey Belan, uno de los piratas informáticos más buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y que ya ha sido acusado en EU en 2012 y 2013 por ataques cibernéticos que afectaron a millones de personas, detalló el Departamento de Justicia.
Este individuo llegó a acceder a 30 millones de cuentas de Yahoo y trataba específicamente de conseguir información financiera de los usuarios, como números de tarjetas de crédito, para supuestamente poder obtener un beneficio monetario de su crimen.
Según el Gobierno de EU, los dos espías rusos se encargaron de proteger, dirigir y pagar a los piratas informáticos para que ellos recopilaran información con sus ataques en Estados Unidos.
Trabajaron con (los piratas) Alexsey Belan y Karim Baratov para atacar ordenadores de empresas estadunidenses que proveen servicios de correo electrónico e Internet, robaron información, incluyendo datos sobre usuarios individuales y el contenido privado de sus cuentas», detalló la investigadora Mary McCord.
Según McCord, los acusados usaron los datos robados de Yahoo para acceder a la información privada de periodistas rusos, empleados de servicios financieros y funcionarios del Gobierno ruso y estadunidense, incluyendo personal dedicado a la seguridad cibernética, personal diplomático y militar.
Los datos de Yahoo, además, sirvieron a los acusados para acceder a las cuentas de las víctimas en otras plataformas, como Google, debido a que los usuarios compartían contraseñas.
Sin dar nombres propios, el Departamento de Justicia cita entre los afectados a un banco ruso de inversiones, una empresa de transporte francesa, una aerolínea estadunidense y una cuenta creada por un ciudadano suizo para almacenar sus monedas virtuales bitcoin.
Los ataques afectaron la capacidad de negociación de Yahoo con el gigante de comunicaciones Verizon, que anunció en julio del año pasado la compra del portal por 4 mil 800 millones de dólares, una cifra que finalmente se redujo en 350 millones debido a los ciberataques.
Los cargos anunciados no están relacionados con el ataque que sufrió el año pasado el Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés) y tampoco tienen conexión con la investigación del FBI sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones para favorecer al hoy presidente Donald Trump, y perjudicar a su contrincante, Hillary Clinton.
El gobierno de EU presentó su demanda en la corte del distrito norte de California, en San Francisco, y sus acusaciones incluyen 47 cargos, desde espionaje a robo de secretos comerciales.
De ser considerados culpables, los dos espías rusos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) y uno de los piratas informáticos, Alexsey Belan, se enfrentarían a una pena máxima de 35 años de cárcel, mientras que el otro implicado encararía un castigo de hasta 25 años de prisión porque no está acusado de robo de secretos.
Estados Unidos no tiene un tratado de extradición con Rusia, pero los funcionarios estadunidenses creen que acciones como las de hoy, presentar cargos o imponer sanciones, pueden tener un efecto disuasorio ante posibles ataques a estadunidenses o sus empresas.