Soy escéptico por definición y por naturaleza. Los ovnis son un mito hasta que no se demuestre lo contrario. Creo en Jesús porque hasta donde estoy enterado el nazareno realmente existió. No estoy seguro de que sea el ‘ungido’ (la palabra cristo eso quiere decir) y de que Jesús sea el hijo de Dios porque se me hace difícil creer en Dios como una deidad inanimada, ahí si soy un agnóstico puro hasta que no se me demuestre lo contrario. En conclusión, los que nacimos bajo el signo de cáncer casi por lo regular somos escépticos y nos gustas deslindar territorios entre lo que es de Dios a Dios y lo que es del César al César.
Traigo esto a colación porque acabo de tener una plática muy interesante con un amigo astrólogo al que respeto mucho. El hace sus cartas astrológicas con mucho rigor –no sé si científico, y lo digo con mucho respeto por supuesto-, y es que como sabemos la astrología es el estudio de la posición y el movimiento de los astros, a través de cuya interpretación se puede conocer el destino de las personas y pronosticar los sucesos terrestres. Quien se dedica a la astrología digamos que con todo rigor, es una persona que me merece el mayor de los respetos. La cosa es que hace poco tuve una larga plática con alguien al que considero un astrólogo profesional y, conociendo él de mi afición por los asuntos de los ‘príncipes’, me compartió algo de lo que según él y sus cartas astrológicas, podría ocurrir en el futuro próximo inmediato, o sea en el 2017 y 2018. Adelanto algo, a ver qué les parece.
Resulta que mi amigo astrólogo, observador como es del fenómeno político, ha movido sus cuadrantes, reglas y compases me ha dicho que en el PRI se va a dar un cisma en el futuro inmediato. Va a ver un rompimiento, uno de los dos senadores de la República que pertenecen a ese partido va a romper en definitiva con el mismo. Es cuestión de horas me dice, el motivo: Pues porque no va a ser él el ungido por el instituto político en el que milita hasta ahora para contender por la gubernatura del estado el año que entra. Aún no está definida la candidatura, pero los astros ya se le alinearon a uno de los dos, ¿quién?, le preguntó, está muy claro, me dice, va a ser Yunes el de Perote, aun no se lo dicen abiertamente pero ya le empezaron a mandar señales inequívocas de por dónde viene la cosa.
Por el contrario, al de Soledad no le han dicho abiertamente que no va a ser él, pero también desde México ya le mandaron a dar señales de que la decisión está tomada en favor de su compañero de bancada y de partido. Ante esta situación, me dice, veo un rompimiento, una escisión. Va a exigir una consulta a la base militante porque él y sus cálculos le hacen creer que tiene el apoyo de sus compañeros priistas, lo que puede ser cierto, pero en México ya tomaron la decisión de respaldar al otro. Va a romper y va a buscar la candidatura respaldado por otro partido, ¿Movimiento Ciudadano?, le pregunto, y me contesta que eso aún no lo tiene claro.
Respecto a quiénes van a ser los candidatos por parte del PRI al senado el año que entra, me dice que uno va a ser el alcalde de Xalapa y la otra posición va a ser para la delegada de Sedesol. La contienda va a estar difícil, como lo va a estar la presidencial también, por lo que todavía no tiene muy claro quién va a ganar ambas contiendas, se refiere a la grande y al senado, tanto por mayoría como por concepto de la primera minoría. Como quiera, me dice, la cosa va a estar difícil con todo y el papel que está haciendo el alcalde de Xalapa, pero en 2018, otras podrían ser las circunstancias que definan la elección. No hay nada para nadie.
De lo que se ha dado en llamar la ‘sucesión consanguínea’, o sea de que el hijo suceda al padre, me dice que eso es poco probable que suceda de acuerdo a sus cartas astrales. Sería un panista de hueso colorado, calado, con amplio jale entre la militancia. El alcalde de Boca del Río, según la astrología, jugaría por el senado el año que entra y con muy amplias posibilidades de ganar, no importando quién integre la fórmula panista para el senado, que por supuesto por aquello de la equidad de género tendrá que ser una mujer.
De la grande, me dijo que ve un PRI en franco declive, que a menos de que ocurra algo como la detención de Javier Duarte o un tipo de golpe espectacular como ese, su candidato podría ganar en el 2018. ¿Quién va a ser este?, le pregunto, Osorio Chong es el más aventajado, me contesta, es difícil que lo vayan a bajar del caballo a estas alturas y va a ser difícil que le puedan construir un perfil como candidato ya sea a Meade o a cualquier otro, incluso a José Narro.
Pues así están las cosas. En los próximos días vamos a tratar de hacer un ejercicio de prospectiva política como Dios manda para contrastarla con las predicciones astrológicas.
¿Cómo la ve usted?
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