Estoy leyendo porque un amigo cercano me lo recomendó, ‘2018 La salida: decadencia y renacimiento de México’, Planeta 2017, de Andrés Manuel López Obrador, o más bien creo de alguien o algunos a quienes el político tabasqueño les encomendó la redacción del libro, honestamente no creo que el texto haya salido de su “puño y letra”. Ahí vamos con la lectura, paso a paso, leyendo y releyendo algunas de sus principales propuestas y enunciados, ya casi acabamos, entresacando ideas centrales. De los libros atribuidos a su autoría es el primero que leemos, y hay que decir que es una propuesta para el 2018, la primera que se presenta por parte de alguno de los y las precandidatas que suenan para el año que entra. Aunque en los hechos Andrés Manuel es ya el candidato de su partido Morena, nada más hace falta formalizarlo y hacerlo oficial.
‘2018 La salida: decadencia y renacimiento de México’ fue presentado el pasado 30 de enero en la plaza de Santo Domingo por el propio Andrés Manuel que se hizo acompañar por la escritora Laura Esquivel y por el periodista de La Jornada de origen guatemalteco, Pedro Miguel. Según he visto en la red, algunos de los que acompañaron al tabasqueño esa tarde fueron Elena Poniatowska, Manuel Bartlett, Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum y Mario Delgado, entre otros distinguidos contertulios. El libro consta de 278 páginas atribuye a la corrupción, al nepotismo y a la delincuencia organizada, el origen de los problemas de México, y deja ver que de triunfar su movimiento en las próximas elecciones federales no habrá aumento a los impuestos, ni a combustibles.
Igualmente, como parte de su propuesta política que “para el 2024, la economía del país crecerá entre 4 y 6%, la delincuencia será abatida a la mitad de los estándares actuales, ningún mexicano padecerá hambre o vivirá en pobreza extrema y el poder adquisitivo de los trabajadores habrá recuperado un 20 por ciento de su capacidad”, y cuando la honestidad sea impuesta como una forma de gobierno, México tendrá para invertir suficiente en su desarrollo sin necesidad de imponer nuevas cargas fiscales, ni de contraer nuevos empréstitos con el exterior. Para esto y como producto de extinguir –de tajo- la corrupción, el país podrá ahorrar la friolera de 500 mil millones de pesos, más un poco más de 300 mil millones de pesos que se obtendrán de ahorros y la reasignación del gasto público porque en México, según Andrés Manuel, “se gasta mal, mucho y además se clavan la lana los políticos”, con lo que se tendrán disponibles cerca de 900 mil millones de pesos cantidad que será suficiente para invertir en el campo (autosuficiencia en granos básicos –“no tenemos por qué importar maíz y frijol”, dice-, subsidios y para infraestructura rural); para rescatar al sector energético; para vivienda popular, infraestructura e inversión pública; para mejorar el salario mínimo; para el bienestar social, alimentación, fomento al empleo, salud, educación, cultura y seguridad social, y alcanzará incluso para que ningún mexicano padezca hambre y viva en la pobreza extrema, pero además, alcanzará para ¡reforestar todo el territorio nacional!
Ah, y en lo que me parece verdaderamente son unas perlas dignas de enmarcar y escribir en letras de oro. Dice Andrés Manuel que en 2014 l delincuencia organizada estará acotada y en plena retirada, pero que por si fuera poco esto, la “delincuencia de cuello blanco no existirá más, estará erradicada por completo, al igual que la corrupción política y la impunidad, prevalecerá la honestidad y los servidores públicos serán vistos con respeto…”, ¡Híjole, quiero creer pero no creo, no puedo ser capaz de creer en tanta dicha, es como pasar, literalmente, del infierno al cielo! Yo creo que Andrés Manuel es un gran líder social, mueve la entraña como pocos, ¿pero creer en estas cosas?, me parece que no pasan de buenos deseos y de una aspiración muy plausible, el problema es el cómo. Cómo va a cumplir Andrés Manuel con todo esto que está ofreciendo en tan solo 6 años, y la otra, ¿qué va ser el único encargado de gobernar en el país, qué no va a compartir el gobierno de México con 32 gobernadores de igual número de entidades, o qué está pensando en una presidencia autoritaria que borre a los otros dos Poderes de la Unión para gobernar sin contrapesos?
Sí, estamos de acuerdo, la corrupción es el origen de muchos de los grandes males que padece este país, es una condición necesaria pero no es suficiente. El arte de gobernar bien va más allá de este propósito. El gobierno también es profesionalismo, ética pública, idea, claridad, racionalidad, responsabilidad pública, eficiencia y eficacia. Hace algunos años, cuando Manuel Bartlett fungió como secretario de Gobernación dijo algo, lo que son las cosas, que se me quedó profundamente grabado: “Ineficiencia también es corrupción”, y es que la eficacia y la eficiencia, como elementos centrales de toda buena administración, pública y privada, no es algo que se pueda comprar en la tienda de la esquina por kilos, ya no hablemos del profesionalismo, de la ética y de la responsabilidad pública. Estas sí son condiciones necesarias e indispensables para una buena gestión pública y en México, en México son cosas que se encuentren en cualquier supermercado.
De todos modos vamos a ver, desengáñese por usted mismo, lea ‘2018 La salida: decadencia y renacimiento de México’ de editorial Planeta.
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@marcogonzalezga