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EFE

Las famosas esculturas del artista Fernando Botero instaladas de forma permanente en una plaza de Medellín exhibían hoy máscaras de la peste negra como parte una protesta de ambientalistas por los elevados niveles de contaminación que sufre esta ciudad colombiana.

Figuras que adorna la Plaza Botero como “Esfinge”, “Maternidad”, “Rapto de Europa”, “Perro”, “Venus Dormida” y “Mujer con Fruta” fueron protegidas simbólicamente con máscaras como una invitación a reflexionar sobre la mala calidad del aire.

“La intervención artística fue desarrollada en este sitio emblemático porque aquí convergen muchas personas y es uno de los lugares más contaminados de la ciudad, que registra índices negativos durante todo el año”, explicó a Efe Diego Zapata, del colectivo Aire Medellín y del Movimiento Ciudadanos por el Aire.

El pasado 22 de marzo fue declarada la alerta roja por contaminación en Medellín, luego de que la ciudad registrara niveles superiores a 55 microgramos por metro cúbico de material articulado (PM) 2,5, según los reportes del Sistema de Alertas Tempranas de Medellín (Siata), que llevaron a establecer durante cinco días restricciones al tránsito de vehículos y motos.

La actividad de reflexión incluyó también la entrega de tapabocas a los visitantes a esta plaza ubicada en el centro de la ciudad y generó sorpresa en los transeúntes al ver modificadas las voluptuosas esculturas Botero.

“La gente está muy preocupada por la calidad del aire, está cansada de respirar hollín. Este es un problema de salud pública”, subrayó Zapata.

Los ambientalistas, que portaban también las siniestras máscaras, se refirieron además a los resultados de un estudio de la Universidad de Antioquia, según el cual en Medellín mueren al año 3.000 personas por la contaminación.

“Tenemos que hacer algo, ocho persona no pueden morir a diario”, acotó el líder de los colectivos.

Los manifestantes criticaron además la decisión de suspender las medidas de restricción, al advertir que el problema no está resuelto y que los ciudadanos siguen respirando aire de mala calidad.

“Estas actividades hacen reflexionar a la gente para ver la afectación por el mal aire. Esta contaminación nos está matando. Estamos expuestos al humo y al ruido de los carros; eso nos produce enfermedades”, dijo a Efe Ricardo Giraldo, representante de los vendedores informales de Medellín, quienes a diario están expuestos a la polución y a otro tipo de contaminaciones.

En abril de 2016 fue declarada la emergencia ambiental en Medellín por el aumento en las partículas contaminantes, lo que obligó a tener una doble jornada sin carros y también motivó una intervención en la Plaza Botero con enormes tapabocas que cubrieron las caras de las esculturas.