Las fuerzas de seguridad españolas asestaron un golpe a la pornografía infantil con la detención de 102 personas y la incautación de 450.000 archivos explícitos de abusos sexuales a menores, desde bebés a niños de 14 años.
Por el momento ya han sido identificadas diez de las víctimas de los abusos, ocho de ellas de las islas Baleares (Mediterráneo) y dos que fueron grabadas en el archipiélago de Canarias (Atlántico), mientras se encontraban allí de vacaciones.
Las imágenes, que ocupan mil terabytes, son de extrema crueldad en muchos casos, hasta el punto de que se han intervenido archivos en los que se obligaba a niños de muy corta edad a practicar sexo con animales.
En total se recogieron 408 discos duros, 67 USB, 40 ordenadores portátiles, 9 CPU, 1.700 DVD y tarjetas de memoria.
Las edades de los detenidos oscilan entre 21 y más de 60 años, y pertenecían a todo tipo de clases sociales y preparación académica.
Lo preocupante, según los investigadores, es que varios de los arrestados tenían contacto profesional con niños, ya que uno era monitor de natación y otro profesor de clases particulares.
Muchos sufren trastornos de pedofilia y lo peor, añadieron, es que llegan a normalizar algo que la mayoría de las personas consideran aberrante.
Incluso uno de ellos, detenido en Barcelona con más de 50.000 archivos explícitos, dijo a los agentes durante el registro que se consideraba un enfermo y que “no podía parar de consumir”.