*De Oviedo: “Se hace ligera la carga que se sabe llevar bien”. Camelot.
MORENO VALLE EN ORIZABA
A Orizaba llegó tumbando caña. Apareció en las Altas Montañas, Rafael Moreno Valle (30 de junio de 1968 (edad 48), Puebla de Zaragoza, México), hijo de un gobernador y un abuelo que fue secretario de Salubridad y Asistencia, con Gustavo Diaz Ordaz, General de División, cuando en Puebla no se movía una hoja de árbol sin que Maximino Ávila Camacho, el abuelo de Manolo Fernández, no lo ordenara. Esa camada de Jenkins y compañía, que cuando transportaba alcohol chocolate en plena ley seca, sin ser huachicolero, los choferes solo decían: “Alcohol de Jenkins”, y el paso era asegurado. Conocido como William Oscar Jenkins Biddle (Shelbyville, Tennessee, Estados Unidos. 18 de mayo de 1878 – Puebla de Zaragoza, México. 4 de junio de 1963) fue un empresario multimillonario de origen estadounidense que amasó una de las más grandes fortunas de México, en lo textil, azucarera, alcohol, la industria del cine, entre muchas otras. A través de su legado, la Fundación Mary Street Jenkins, se han creado infinidad de obras benéficas, de orden moral, cívico y material. Apenas apareció un libro, de Andrew Paxman. “En busca del señor Jenkins”, el gringo que a los mexicanos les encantaba odiar. De venta ya en cualquier librería.
AUN HAY MAS
Pero andaba con Moreno Valle y me desvié, fiel a mi costumbre. Sucede que Moreno Valle, como Miguel Angel Yunes, un día se fue del PRI, donde llegó a ser con Melquiades, el gobernador poblano, secretario de Finanzas, allí le gustó el olor al dinero. Cuando no se le dio la candidatura, como a varios priístas, les dijo si contaban con él, no cuenten. Y después de cantarles aquella rola de que estás qué te vas y no te has ido, se fue y les quitó la gubernatura, que era de 17 mil años propiedad del PRI poblano. Unos dicen que fue buen gobernador, otros que no, que desde el primer día su intención fue ser candidato a la presidencia del país, para relevar a Peña Nieto. Si el Grupo Atlacomulco, conocido también como ‘Atraco-mucho’, tiene en el cachorro Alfredo del Mazo, su candidato, los herederos de Jenkins, los pocos o muchos que queden, están con Moreno Valle. Llegó a Orizaba y se reunió con algunos empresarios y panistas convencidos. Los agoreros a la Walter Mercado dicen que, pese a tener cientos de panorámicos en al país, no levanta su precandidatura, le aventajan por mucho doña Margarita Zavala y Ricardo Anaya, que también, para corroborar los índices de aceptación, al parecer Miguel Angel Yunes, el gobernador que asemeja a los Kennedy de Soledad de Doblado, y anda haciendo limpia con Militares y Fuerzas de Seguridad, para que Veracruz recobre la paz, Yunes, dicen algunos panistas, tiene su corazón choleño con Ricardo y Margarita, en el orden que a ustedes les guste. O sea, que Moreno Valle anda gastando el dinero a lo tonto, debía donarlo a instituciones de filantropía, o mandarme una lana para los niños de la Casa Hogar la Concordia, yo les compraría literas con eso. Bueno, aquí anduvo y andó, este hombre heredero de los Ávila Camacho, de Jenkins y de todos los Moreno Valle, una dinastía política poblana, donde resaltaban el banquero Espinosa Iglesias, dueño de Bancomer. Rómulo O’ Farril, el de la televisión y agencias de autos, y el de los cines, Gabriel Alarcón, la famosa Compañía Operadora de Teatros, que un día en una venta de garaje los dos Salinas, el presidente y el hermano incómodo, se la vendieron en abonos chiquitos al dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, y hoy son locales de tiendas Elektra, como es la del cine Variedades en Orizaba, Gabriel Alarcón, que fundó también el periódico El Heraldo de México, en su tiempo uno muy leído. Allí nació Raúl Velasco, en esas páginas donde todavía no decía: “Aún hay más”, en su Siempre en Domingo, que llegaría después. Historias de un México que se nos fue.
CORREO DE MANOLO FERNANDEZ
Gilberto: “Muy interesante el premio José Ortega y Gasset. Aquí deberían instituir los Ex Presidentes de México algo similar bajo el nombre de José Vasconcelos, personaje superior al susodicho como a todos los grandes de los últimos 100 años, por su enorme poder de abarcar conocimientos más amplios y en diversas ciencias y de esta manera, justificar sus pensiones. Recuerda que te comenté que Don José, el nuestro, le quiso “bajar” a la novia a Don José, el español, allá en Buenos Aires, siendo la dama quien sufragaba todos los gastos para realizar el encuentro más importante de grandes intelectuales mundiales. La dama se llamó Doña Victoria Ocampo. Se daban cita personajes de la talla de: Clemenceau (Francia), Pappini y Ferry (Italia), Ortega y García Morante (España), Rabindranath (India), Joyce y Waldo (E.U.), el Conde Keyserling (Alemania). Para todos tuvo nuestro Don José, talento y cultura suficiente para que de entonces en adelante voltearan a ver a los mexicanos con admiración y respeto. Por ello, te sugiero analices la obra completa del maestro de América ya que por la envidia internacional, nuestros vecinos del norte le fabricaron una leyenda negra en la que cayeron muchos de los “jerarcas mexicanos” para restarle el gran mérito, como uno de los intelectuales más completos, si no el más, esto, a mi juicio. Su obra heredada a los mexicanos es poco conocida, a excepción de 3 o 4 libros como el Ulises, La Tormenta, La Flama, haciéndonos creer que solo escribió sobre los sucesos de la campaña del 29. Su obra ni siquiera la resaltan sus discípulos con el propósito de que sus méritos no empañen la mediocridad de ellos, con excepción de Enrique Krause, quien sí ha valorado mucho, aunque, no del todo a Don José. En fin, estimado y fino amigo, te dejo esa investigación para algún comentario futuro. Debería nuestra patria estar llena de bustos de este gran compatriota y nuestras bibliotecas de todas sus obras literarias. Te abrazo. Manolo”.
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