*De Fernando Savater: “Decir que todas las culturas son igualmente respetables equivale a afirmar que da lo mismo cruzar un río por un puente que en balsa o andando por el fondo con una piedra pesada en los brazos”. Camelot

PUENTE VECCHIO (O PUENTE VIEJO)

Cuando vi por la tele, como millones de mexicanos al grito de justicia, que al exgobernador Tomás Yarrington, tamaulipeco, lo habían apañado los sheriffes al estilo americano, por petición de la DEA y los americanos, y Peña y su gobierno quisieron hacernos ver que habían sido los priístas. Qué va. Los engaños a la orden del día. En Florencia, bendita tierra, donde se mama la cultura y me acordé cuando la caminé como Yarrington, pero quien esto escribe sin nadie siguiendo sus huellas, del Puente Viejo (Ponte Vecchio), allí nomás tras lomita, donde no se ve Dolores, Hidalgo, y también se va uno rodeando veredas. El Puente tiene su historia, es sitio obligado cuando se va a Florencia (Firenze, en italiano), caminarlo y ver sus tiendas de joyería y orfebrería, y a un pie los grandes vendedores de chamarras de piel, cuyos 600 euros habría que perderles el amor y el cariño. Allí merodeaba el exgobernador, cuando junto a un polaco, que no se apellidaba Wojtyla ni era pariente del Santo Padre, los Polizias lo apañaron nomás que terminara de cenar. Estos polis son bien decentes, en la tele explicó el jefe que lo dejaron terminar de cenar, que lo siguieron hasta que vieron que caminaba donde había poca gente. Han de tener miedo de cómo somos los mexicanos, aquí la PGR entra y te da dos cachazos y dos piquetes de ojos y te dicen: acompáñame porque puede suceder, como le decía la Durcal a Enrique Guzmán.

PUENTE ROMANO

El Vecchio es un puente romano de 1333. Antiguamente había carnicerías y curtidores, pero los malos olores hicieron que se fueran y se pusieran joyeros. Cuando estés paseando por el, podrás constatar que sobre las tiendas hay un piso superior que recorre todo el puente. Se trata del llamado Corredor Vasariano. Mandado construir por los Medici en 1565, se trata de un largo pasillo cerrado que unía el Palazzo Vecchio y el Palacio Pitti, en la orilla sur del río, pasando por la Galería de los Uffizzi y el Ponte Vecchio. Esto lo vi en Wikipedia, no crean que soy tan culto. El puente no fue destruido en la Segunda Guerra Mundial, como el resto de los puentes de Florencia. Se dice que el propio Hitler dio la orden de que se respetase (Hitler amaba la cultura, a París la respetó, la dejó intacta). En el centro del Ponte Vecchio verás una estatua. Se trata del busto de un célebre orfebre, Benvenuto Cellini. Lo único bueno, entre todo esto malo, es que al exgobernador le dio tiempo de ver al gran David de Miguel Angel, en la Galería de la Academia, algo para no olvidar nunca.

LA FIFA Y EL NECIO DE MARIA

Cuando el mexicano Necio de María, enviado por su patrón, el dueño de Televisa, a pedir la sede compartida de la Copa del Mundo del año 2026, la gente y los comentaristas deportivos no pensaban que este rufián, convertido en mandamás del futbol mexicano, fuera solitito a entregar la plaza y permitir que los gringos se quedaran con 60 juegos, y Canadá y México, como dos vecinos incómodos, solo 10 juegos. Todos los comentaristas lo han hecho añicos. Pero es que quienes mandan ahí son las televisoras, no los dueños de clubes. México no necesita ser sede de algo tan importante como el Futbol Mundial, ya lo fue dos veces. La violencia en nuestro país no debe de ser expuesta. Hay países que ya recomiendan no ir a determinados sitios mexicanos. Y luego ir por las lentejuelas o los espejitos, como hicieron los españoles cuando llegaron a la gran Tenochtitlán, no, pues eso no. Mas que buscar una sede compartida, lo que los dueños de clubes debían hacer es jubilar de la Femexfut a este macuarro llamado Decio de María, alejarlo del futbol mexicano, que tanto daño le ha hecho, permitiendo que mas y mas extranjeros alineen sin que nadie le ponga un alto, dejando a mexicanos jóvenes que no se fogueen en ese futbol, por eso, cuando llegamos a un Mundial no tenemos cantera, todos eran extranjeros militando en el futbol mexicano. Debían renunciarlo y mandarlo a que cuide a sus nietos, este deporte necesita un Comisionado, como lo tienen todos los deportes del mundo, el béisbol y el futbol americano y el basquetbol en Estados Unidos. Luego, ir a hacerle el caldo gordo a Trump, entregando la sede y uno a ejecutar diez juegos en el traspatio. Por menos que eso, ya estaría renunciado. Hay gente buena para suplirlo, mexicanos como Enrique Borja o de la Torre o Lebrija. Qué esperan.

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