El Ejército estadounidense lanzó por primera vez en combate su bomba convencional (no nuclear) más grande, reportó CNN.
El Departamento de Defensa lanzó una GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast Bomb (MOAB) sobre túneles usados por el grupo yihdista autodenominado Estado Islámico (EI) en Afganistán, en la provincia de Nangarhar, en el distrito de Achin, cerca de la frontera con Pakistán, según el reporte.
Alrededor de las 7:00 horas locales, la Operación Resolute Support lanzó, por orden del Presidente Donald Trump, la bomba, por medio de un avión MC-130, según el portavoz del Pentágono, Adam Stump.
«El ataque pretende minimizar el riesgo para las Fuerzas afganas y estadounidenses que llevan a cabo operaciones de limpieza en la zona y maximizar la destrucción de instalaciones y combatientes el EI», indica el Pentágono en un comunicado.
La MOAB, conocida como madre de todas las bombas, tiene un diámetro de explosión de unos 1.40 kilómetros y pesa alrededor de 9 mil 797 kilogramos.
Reemplazó a la bomba usada en Vietnam conocida como Cutter a finales de los 2000. La MOAB fue probada por primera vez en marzo de 2003, pocos días antes del comienzo de la guerra de Irak.
El General John Nicholson, Jefe de las Fuerzas estadounidenses y las Fuerzas Internacionales en Afganistán, dijo que la bomba fue utilizada contra túneles y búnkeres que albergan a combatientes del EL en Afganistán, también conocido como EI-K.
El Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró que se tomaron todas las precauciones para evitar víctimas.
«Estados Unidos tomó todas las precauciones para evitar que hubiera víctimas civiles por la operación», informó en conferencia de prensa.
La Casa Blanca aún no tiene formulado un plan para derrotar al autodenominado Estado Islámico, pero durante la campaña electoral, Trump adelantó que iría tras los campos de petróleo controlados por el grupo y que «bombardearía el terreno».
El lanzamiento de la bomba se produce luego de que Trump anunciara ayer en conferencia de prensa que enviaría a Afganistán a su consejero de seguridad nacional, el Teniente General H.R. McMaster, para indagar cómo pueden avanzar en operaciones con Afganistán.