*Como a Bejarano: A Eva solo le faltaron las ligas. Camelot.
ENCONTRE A FERRAEZ
Mañana de lunes, los días esos famosos que son tan malos, que hasta los albañiles hacen puente. Kamalucas suele decir: “Lo que hacemos el domingo no tiene importancia a menos que nos conozcamos el lunes. El lunes nos cambia. El lunes nos transforma”. Es cierto, pues ese lunes de ayer partí muy temprano a Xalapa por la terrible y mala autopista de Capufe. Iba a la Cuarta Sesión Ordinaria del Pleno de la Comisión Estatal Para la Atención y Protección de los Periodistas (Ceapp), que sesionábamos en la jalapeña calle de Ávila Camacho. Antes, un tentempié en el Manantial de Cardel, porque a eso de las 10 de la mañana ya hace hambre. El clima era bueno, entre el fresco de estos días y el calor que suele pegar. Clima de contrastes. Antes toqué tierra en el Sanborns, me hice de dos libros más, de 99 pesos, del gran escritor Santiago Posteguillo, ‘La Sangre de los Libros’, una narrativa de la historia en un viaje desde los discursos de Cicerón, hasta lo que se le ocurrió. He regalado cuatro libros de este a diferentes amigos. Con la pluma de Posteguillo, dice la caratula, volveremos a enamorarnos de esas grandes historias. En Ávila Camacho, a unos cincuenta pasos de la sede de la Ceapp, encontré a Carlos Ferráez Centeno, el radiodifusor. Hacía tiempo no nos veíamos, platicamos un rato, su hermana Ana Miriam, ese mismo día o un día antes, era oficializada como candidata a la alcaldía de Xalapa, por la alianza PAN-PRD, con grandes posibilidades de llevarse la corona. Mujer de buena familia, una gente honesta y lista para las cosas del servicio público. “Presentar mi registro como candidata de la alianza PAN-PRD al gobierno municipal de Xalapa es ya un triunfo más que habremos de asegurar el 4 de junio, como mujer, como la única mujer que aspira a la alcaldía de Xalapa, me siento honrada, orgullosa, comprometida para ganar la confianza de los electores”, dijo al registrarse. Como el tiempo apremiaba, quedé con Ferráez de vernos pronto, total, ahora voy a Xalapa más seguido que endenantes, diría Minga, apenas tomé un café con su padre, el inquieto Carlos Ferráez Matus.
LA CEAPP
Como solemos hacerlo cada mes, y los días extras, repasamos los Comisionados y la presidenta y el Secretario Ejecutivo los asuntos que se han ido desahogando, en el apoyo a algunos reporteros y periodistas, en los esquemas de seguridad, en los gastos, en la atención que se ha dado, en la protección que suele pedirse para ellos, cuando surge un warning de alerta y el secretario Jaime Téllez Marié, comunicado permanentemente con la Comisión, emplea enseguida los mecanismos de protección, como ocurrió apenas la semana pasada en casos que se atienden pero que no se pueden comentar públicamente, por la secrecía de los asuntos y por no poner en riesgo a ningún colega. Tres horas después salimos, el watergate de AMLO estaba en el aire, las redes sociales y los picudos presidentes de partidos y los comentaristas de línea, como Loret de Mola, daban a conocer un soborno filmado, como al güey de Bejarano, pero este fue a una mujer, Eva Cadena, que encadenada quedó después de tomar 500 mil pesos, presumiblemente para el Peje, aunque el Peje jura y perjura por los santos tabasqueños, que no eran para él, y que a él lo registraran. Los war room de los partidos políticos se le fueron a la yugular. Andrés Manuel culpó a los de siempre, la mafia del poder: Salinas, Peña, Calderón, Fox, Josefina, Duarte (aunque esté detenido), Yunes, Osorio Chong, los medios de comunicación y hasta a Messi, porque hizo el gol maldito, para el Real Madrid. Las ligas de Bejarano volvieron a rememorarse. La mujer cayó en una trampa. Solo a alguien tonto (a) se le ocurre ir a una habitación a recoger dinero chueco. La PGR y la Fiscalía ya tomaron cartas en el asunto y van tras Eva, que no encuentra su Adán ni su Paraíso. Encontró el desconsuelo, que le costó renunciar a la candidatura a una alcaldía de su pueblo. Algunos dicen que ya devolvió los 500 mil (¿Será?), muchas historias de estas vendrán. Al final, cuando pardeaba la tarde, pasé a saludar al implacable Fiscal Jorge Winckler Ortiz, abogado y con dos maestrías, el segundo hombre (el primero es Miguel Angel Yunes) que más trabaja en esta Administración. Le encontré en su oficina laborando, ya cerca de las 9 de la noche. Historia para otro día.