La policía militar brasileña lanzó gas lacrimógeno y disparó balas de caucho para tratar de disolver una manifestación de miles de indígenas frente al Congreso.
Muchos de los inconformes, que vestían sus atuendos tradicionales, respondieron y arrojaron lanzas contra los policías.
La policía dijo que los manifestantes se acercaron demasiado a una gran fuente de agua en la explanada frente al Congreso en Brasilia.
Los manifestantes negaron que eso hubiera ocurrido y señalaron que la policía solo buscaba un pretexto para desalojarlos.
Los dirigentes indígenas habían convocado a instalar un campamento toda la semana frente al Congreso para presentar una larga lista de inconformidades.
Señalaron que el gobierno del presidente Michel Temer maniobra para anular sus protecciones en diversas partes de la Amazonia y permite a ganaderos y otros grandes intereses económicos robarles las tierras.