El próximo cuatro de junio se renovarán los gobiernos municipales de Veracruz, todavía con periodos cuatrianuales establecidos en reformas sin mayor sentido y prácticamente de ocurrencias. Será la primera elección de ese nivel que se realice sin que haya un gobierno estatal del PRI, una prueba gigantesca para quienes sean postulados por esas siglas que han venido a la baja; los aspirantes tricolores tendrán que bastarse por sí mismos, con apoyo mínimo o contraproducente de su partido, tan alejado del ánimo y simpatía de los ciudadanos. Se prevé una competencia más pareja y libre, plural y con tendencia hacia resultados que favorezcan a cuatro fuerzas políticas sobre partidos pequeños y los independientes.

Están a la vista los aspirantes a ser presidentes municipales, hay todo tipo de perfiles y colores, con pocas ideas pero con tiempo para decir algo serio, concreto y viable. Es deseable que nos expliquen sus motivaciones, sus «ques» y «comos», sus ideas, su visión municipal, sus proyectos y compromisos colectivos. Si no lo hacen, estarán revelando un papel tradicional e intrascendente. Los rezagos materiales, la inseguridad, las demandas democráticas, la participación de la gente y los retos del desarrollo en ciudades y pequeñas poblaciones exigen más que una sonrisa, voluntarismo, promesas y llamados huecos. Ahora las exigencias ciudadanas serán mayores.

Sin dejar de ser presidencialista, más de facto, el Ayuntamiento tiene connotación colectiva, cantando con el Cabildo, asamblea que integran síndico y regidores; en ese órgano deliberan y acuerdan los ediles provenientes de las planillas de cada partido. El gobierno municipal no es unipersonal aunque lo parezca, al considerar un cabildo se está estableciendo un órgano distinto, de tipo parlamentario y con decisiones que requieren votación mayoritaria. Se debe pensar, por lo tanto, en el tipo de personas que ocuparán las regidurias, para que tengan la capacidad y la representación requeridas. Es de enorme importancia que se cuenten con ediles honestos, preparados y comprometidos con sus comunidades.

Las planillas municipales deberían, ideal y urgentemente, ser el reflejo de la sociedad que las elige; es decir, que cada edil exprese las posturas de algún sector o capa de la población; si se logra un nivel así de representación, tendremos regidores comprometidos con la transparencia y con la gente. Los ediles no son posiciones de partido, si bien son postulados por alguna sigla su compromiso mayor es con la gente. De todos modos siempre será indispensable contar con regidores capaces y comprometidos. El votante debe informarse sobre la integración de la planilla, para tener una idea de los perfiles de sus integrantes y votar conscientemente sobre quienes den mejores garantías de buen gobierno. Debe recordarse que cada edil es un voto en él cabildo donde se toman medidas que impactan a la sociedad.

Estas próximas elecciones definen el mapa del gobierno municipal, con amplias posibilidades para que gobiernen políticos de nuevo cuño, servirán de estado de ánimo como antecedente de las presidenciales del próximo año y arrojarán resultados concretos de ciertos tipos de gobierno. Los ayuntamientos son vitales en la vida cotidiana de la gente, atendiendo asuntos de servicios y obras que inciden en el día a día de los ciudadanos; por eso y otro poco más, se requieren personas formales y con capacidades a la hora de integrar las planillas. Los votos deben tomar en cuenta a los partidos y a los independientes, a los candidatos y a sus planillas. Es tan serio lo que se juega que no hay lugar para la pura emoción y la ocurrencia.

Una de mis preocupaciones mayores es Xalapa, mi ciudad de origen que habito de siempre; este municipio ya supo de alternancias, lamentablemente con resultados negativos y desastrosos; somos una ciudad con buen nivel de capital social positivo, muy por arriba de otras poblaciones de similar tamaño de nuestro Estado. Nuestro sello electoral y político es el voto opositor y plural. Error grave de quien se adjudique las simpatías ciudadanas como algo exclusivo y duradero; hay momentos determinados que se orienta en su sentido o en otro. No me inquieta quien obtenga la mayoría, es legitimo y respetable quien lo logre libremente; lo que si me preocupa es si resulta una correlación muy desigual en el Cabildo y no se presenta un proyecto concreto y viable para nuestro municipio.

Ufa.1959@nullgmail.com

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