La Ciudad de México que se encuentra a 2 mil 240 metros por encima del nivel del mar, se está hundiendo de una manera muy rápida. La ciudad ha seguido perforando en busca de agua, lo que ha debilitado los antiguos lechos de arcilla de los lagos que los aztecas usaron para construir buena parte de la ciudad, y ha causado que se derrumbe aún más. Es un ciclo agravado por el cambio climático. Este, y la falta de agua amenazan con llevar a la ciudad, con su conjunto de problemas, a un punto crítico. Lo escribe Michael Kimmelmaan en «The New York Times» y lo subió Juan Fernando Perdomo al Facebook.