El video de una niña arrojándose del segundo piso de su escuela me perturbó. Como ocurre en la actualidad, un celular fue testigo mudo de la escena, que incluía gritos de los espectadores de carne y hueso. Después leí que tenía 12 años, estudiaba la secundaria y solo tuvo heridas menores.
Qué estaría pensando, por qué nadie la detuvo (una persona intentó jalarla). Se avienta al vacío frente a un grupo inerte, que observa pero no ayuda, que ve que algo malo va a suceder pero no actúa.
No ocurrió aquí, fue en Jalisco, pero bien dice el refrán popular «cuando veas las barbas de tu vecino pelar, pon las tuyas a remojar».
En el estado de Veracruz tenemos casos de niños de 10 años que se han suicidado. No son hechos poco comunes, las estadísticas de la Secretaría de Salud revelan que en los últimos seis años, cerca de 200 menores de 18 años de edad se quitaron la vida.
En un solo año por ejemplo, de enero a noviembre del 2016, fueron cerca de 23 menores de edad los que se suicidaron, un año atrás la cifra fue de 28 y en el 2014 incurrieron en esta práctica 39 niños y adolescentes. La mayoría de estos pequeños vivía en municipios rurales de Veracruz.
Ahora se teme que sea parte de un juego de “moda”, que se difunde a través de las nuevas tecnologías pero que se lleva a la realidad. Un “desafío” entre niños y adolescentes que esta poniendo en riesgo su integridad física y mental.
Después del video de la niña de Jalisco, las madres de familia de Veracruz empezaron a difundir en grupos de whatsapp mensajes para que se conozcan los juegos que supuestamente ocupan a los menores de edad. Algunos son falsos, otros pudieran ser ciertos, pero es difícil comprobarlo.
Uno de los más difundidos en los propios medios y redes sociales es el de “La ballena azul”, un reto de 50 días que va desde lastimarse con cuchillas para finalmente terminar lanzándose de un edificio. Este desafío supuestamente se popularizó en Rusia, sí, muy lejos de Veracruz.
También hablan de drogas, aplicaciones y redes sociales, entre otros retos.
No sé cuál puede ser el problema para que un niño piense en el suicidio, pero creo que debemos esforzarnos más en formar niños felices y estar atentos a la más mínima señal o cambio de conducta para disminuir los riesgos en la población infantil.
Y “los jóvenes sino encuentran el respaldo de sus padres, que lo busquen por sí mismos”, eso me lo dijo un joven de 17 años que intentó suicidarse hace tres años.

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“El miedo se pasa y la vida también sino se aprovecha”: Las chicas del cable”, serie española de Netflix que refleja los violencias que sufrían las mujeres en la década de los 20’s.

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