A raíz de la discusión en el CEN del PAN entre Felipe y Rodríguez Prats se ha generado una gran hola de especulación sobre si sería capaz de renunciar Felipe al partido de sus amores o no.
Las razones que aduce, a oídos del panista suenan convincentes. En un partido acostumbrado a procesos que parecen ser democráticos, el que uno de los posibles contendientes a la candidatura a la presidencia de la República sea el único que tiene acceso a la propaganda institucional y con ello posiciona su imagen para resulta electo en una contienda interna en el partido.
Tanto Margarita como Moreno Valle sienten que no tienen el piso parejo (ya sabe usted que en al PAN los dichos pululan todo el tiempo). (Quien no recuerda aquél dicho de ¨caballo que alcanza gana¨ y otros más que siempre utilizan como mantras en sus campañas internas y externas). Ambos contendientes realizaron una unión impensable en contra del joven maravilla y actual dirigente de acción nacional, para buscar evitar de alguna manera que siga usando los spots institucionales para promover su imagen, tanto al interior como al exterior del partido.
Ninguno de los precandidatos se ha puesto a analizar sus fortalezas y debilidades, ni las propias ni las ajenas. Anaya tiene en su contra el haber tenido a su familia fuera de México un par de años. El gasto mensual que tiene, que ya ha aclarado, es algo que ofende a la mayoría de los mexicanos, pues es muchísimo dinero el que ingresa y el que gasta, es un brutal tiradero de dinero. Y eso es un enorme punto en contra del pequeño Robin.
Seguramente quien dirige los destinos de México, tomará la decisión más acertada en cuanto a quien deberá de ser el candidato ganador en la próxima contienda presidencial. Y la posible renuncia de Felipe Calderón al PAN tendría que ser aprobada por él. Por lo tanto, si renunciara Felipe al PAN esto significaría que se aprobó la división interna del partido y por lo tanto, el candidato de acción nacional, no será el próximo presidente de México.
El estado de México y su elección se está convirtiendo en un laboratorio electoral, pues el PRI a pesar de el rechazo de la mayoría de la población de México, sabe que con una cierta combinación electoral, podría conservar la presidencia de la República. O en su defecto, decidir si ganaría el PAN o ganaría un independiente. Entendemos que AMLO sólo en una circunstancia muy especial sería el elegido por el gran elector de México.
Y no me diga que el pueblo de México es quien decide quien será su próximo gobernante. El pueblo es exageradamente manipulable, y mediante estrategias electorales se puede lograr un voto a conveniencia.
Mientras Felipe siga en el PAN los momios seguirán a su favor. Si se sale, entonces será una señal clara de que el próximo presidente de México no será panista.
Ahora hay que considerar los escenarios si Felipe no se sale. ¿quién será el próximo presidente de México? ¿Moreno Valle? ¿Anaya? ¿Margarita? ¿Algún otro? ¿Irán PRI y PAN con un independiente?
Las opciones son muchas. Peña ha demostrado ser muy pragmático, por lo tanto, si le tocara decidir a él, seguramente la amistad que lo liga con Moreno Valle y la afinidad que han demostrado, no será factor suficiente para decidirse por él. Los estrategas tendrán que definir si su imagen de constructor de la Puebla moderna es suficiente, a pesar de los ataques que ha sufrido por una deuda que no acaba de confirmarse. En el caso de Margarita, la idea a favor es su simpatía con un gran sector de la población y su gran enemigo se llama Felipe Calderón y el rechazo a los errores cometidos en su gobierno. En el caso de Anaya, tiene un discurso más fresco que atrae a los jóvenes, con los contras ya comentados.
La posibilidad de que el PRI y el PAN-PRD se unieran con un solo candidato, parece no viable, pues en un tête a tête no sería fácil ganarle al peje, ni con todas las estrategias electorales. Por eso el experimento en el edomex es valioso. Candidatos fuertes en el resto de los partidos de izquierda, errores del candidato de morena (ya sabemos que son buenísimos para meterse zancadillas a sí mismos), y un candidato fuerte en el partido que se haya decidido ganará, más un candidato relativamente débil en el partido que deba perder, con la opción de promover al candidato perdedor hacia un segundo lugar en el resultado final.
Cualquiera que lea esta columna dirá que quien la escribe está loco. Sin embargo, los resultados electorales en diferentes municipios y estados han demostrado que en México pasa lo que tiene que pasar, según los planes de unos cuantos. Por ejemplo el triunfo de Layin en San Blas a pesar de haber reconocido que robó poquito. El triunfo de Armel Cid con el PRI en Fortín después de venir de una administración muy cuestionada pues su antecesor también alcalde priísta ya era buscado por la justicia por peculado. El doble triunfo de los Moreira en Coahuila, después de que uno sale de la gubernatura muy cuestionado, su hermano triunfa y se convierte en su sucesor. En fin, hasta el inesperado triunfo de Pedro Kumamoto, como independiente en un distrito de Jalisco en su calidad de diputado local independiente. O el triunfo del hijo de Maquío como candidato independiente a la diputación federal, e incluso el triunfo del Bronco como candidato independiente en Nuevo León… Estos tres últimos, ejemplos únicos para darse cuenta de que cuando el sistema quiere, hasta un independiente gana… considerando que el Bronco era priísta de hueso colorado, el hijo de Maquío panista, y el único y verdadero independiente Kumamoto.
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