La reina Isabel II fue captada este domingo como en pocas ocasiones y es que a sus 91 años demostró que pese a los rumores de su salud ella está completamente lúcida conduciendo su Jaguar X-Type desde la Capilla Real de Todos los Santos, en Windsor Park, a su casa, el Palacio de Buckingham.
La reina aprendió a conducir mientras cumplía tareas como mecánica en el Servicio Territorial Auxiliar de Mujeres durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces su amor por los carros se ha mantenido y tiene sus dos marcas favoritas: Land Rover y Jaguar.
Medios locales señalan que a menudo se le puede ver al volante en sus propiedades en Balmoral y Sandringham.
Ella no necesita una licencia de conducir para manejar un automóvil, es la única persona (aparte de los guardabosques) que se le permite en Windsor Great Park.