Con una fórmula ritual, el Papa Francisco elevó hoy al honor de los altares a los pastorcitos videntes de la Virgen en Fátima, los hermanos Francisco y Jacinta Marto, ante más de 500 mil personas
Declaramos y definimos como santos a los beatos Francisco y Jacinta”, señaló el pontífice en latín, antes de ordenar que sean inscritos en el registro de los santos de la Iglesia católica.
Al término de la lectura de la fórmula, explotó en aplausos la marea humana que abarrotó la explanada del santuario ubicado en el valle Cova de Iria, en el corazón de Portugal.
En este lugar, exactamente un siglo atrás, los niños santos y su prima, Lucía Dos Santos, recibieron la primera de una serie de seis apariciones de la Virgen sobre una encina. La última, el 13 de octubre de 1917, quedó sellada por el “milagro del sol”.
Al inicio de la misa de canonización el obispo de Leiria-Fátima, António dos Santos Marto, le pidió formalmente al Papa la elevación al honor de los altares de los pastorcitos y leyó un breve resumen de su vida, en el cual destacó que su familia era modesta y de gran fe cristiana.
Luego de la declaratoria, se llevaron hasta el altar las reliquias de los nuevos santos. Detrás del altar donde el líder católico celebró la misa fueron colocadas dos pendones gigantes con las imágenes oficiales de los nuevos santos, que aparecen con 9 y 7 años, como eran cuando tuvieron las visiones.