*De Pope: “Estar enojado es vengar las culpas de otros en nosotros mismos” Camelot.

POR SUS ENCUESTAS LOS CONOCEREIS

Dicen que las encuestas son como las ferias, cada quien habla como le va en ellas. Las encuestas en campañas electorales suelen ser, o un dolor de cabeza o una alegría. Dependiendo de cómo te apunte el electorado. Hay algunas que fallan, otras son acertadas. Un diario de la localidad, lanzó unas donde el PAN, el partido del gobierno, aventaja en ambas ciudades. Morena hace el dos. El PRI en Orizaba mantiene la pelea, por el buen gobierno que aquí se dio. Es una Administración ejemplar. Aunque, como dijera Mitofsky, la verdadera elección se dará el 4 de junio, el primer domingo de ese mes donde todos vamos a votar. En Veracruz, Chikinando (Fernando) Yunes Márquez, tiene el 50% y puntea. 30% Morena, y 12% PRI, me dice un enterado. Me falta Boca del Rio e Ixtaczoquitlán, donde uno de los Castelán se cambió de chaqueta, antes iba con los Rojos de Cincinnati y ahora es azul, pintado de azul. Ángelo (Miguel Angel Castelán Crivelli), cuyos orígenes y antecedentes son de Velluno, Italia, en el norte, donde un día sus antepasados vinieron de inmigrantes y el comandante mayor, José Luis Castelán Crivelli, se hicieron del transporte público y emparentan con un cura, Antolín Bernardi Castelán, quien todas las mañanas le da la bendición casi urbi et orbi, como el Papa, y eso le hace que capte votos de los fieles, y hasta de los infieles. La pelea está reñida, dicen algunos, en varios sitios ya se definió. Esta es una zona de importancia, la zona centro Córdoba-Orizaba, es punto de conquista, no por algo el mismo sábado pasado, el otro Yunes (Chikinando), Miguel Angel Yunes Márquez, alcalde boqueño, como integrante del comité directivo del PAN, vino a estas dos ciudades a darles un empujón a los candidatos de su partido. Hagan sus apuestas y cierren las puertas.

EN LA FERIA DEL LIBRO

He andado, cada que puedo, en las ferias de libros, a la de Guadalajara (FILO), una de las más afamadas de habla hispana, he asistido un par de veces. Se hace uno de los buenos títulos y se hace uno de poder ver y conocer a los grandes escritores, alguna vez por allí merodeó José Emilio Pacheco, lo tuve al tiro, cerca de su persona. En España no necesito buscarlas, porque en la tremenda librería de El Corte Inglés, es como andar en una feria del libro. Fui a la de Orizaba, instalada en la plaza Bicentenario, antes de que la cerraran. El mismo domingo, con un calor que raya en los 28 grados, durísimo para esta zona de altas montañas, llegué y me embebí de los títulos. Me hice de unos seis, casi la mayoría para regalos. Sucede que hace nada, leí el libro de Santiago Posteguillo, La sangre de los libros, donde escudriña este escritor español los enigmas más famosos de la literatura. Es barato, vale 99 pesos. Sucede que en la tienda de Slim se agotaron, y aquí encontré algunos y compré cuatro, para regalar a amigos que les gusta leer (ler, dice Aurelio). Leo su sinopsis: “Asesinatos, suicidios, duelos, condenas a muerte, guerras, eclipses, vampiros, misterios, juicios… Detrás de los grandes libros se esconde mucha más sangre de lo que uno podría imaginar. ¿Por qué Pushkin murió en un duelo? ¿Es cierto que se han hallado pruebas de la reencarnación de Shakespeare? ¿Sabías que Pessoa tuvo dificultades para encontrar editor o que La Divina Comedia estuvo a punto de no publicarse? Santiago Posteguillo, referente de narrativa histórica, nos guía en un magnífico viaje desde los discursos de Cicerón hasta las obras de ciencia ficción de Asimov por la historia más enigmática y sorprendente de la literatura universal”. (Fin de la cita). Compre mis libros y me fui a comer. Quise ir a Madison de Polifórum, atascado, lleno, no había reservas. El Polifórum de Mier y pesado se ha convertido en un lugar de excelencia, con buenos restaurantes, excelentes lugares, bares y museos. Terminé donde como algunas veces, en La Troje, o con Montellano, donde iré esta semana. Al irme y pagar, pregunté al dependiente librero de la Editorial Planeta, cómo les había ido. Me dijo que regular, a Orizaba le falta mucho leer, se quejaba. No creo, le respondí, esta es una ciudad culta, donde mucha gente lee, quizá la crisis o los calores. Y emprendí mi camino a un domingo caluroso, a ver coronarse al Real Madrid y donde Chivas venció, aunque no convenció, y, esa final se ve que los Tigres los despedazarán. Veremos.

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