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SINEMBARGO.MX

Alrededor del mundo, cada año la pesca incidental le arrebata la vida a 700 mil animales marinos. En México ha sido el principal factor del dramático declive poblacional de la vaquita marina endémica del Golfo de California de la que quedan apenas 30 ejemplares.

De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), 300 mil mamíferos marinos y 400 mil individuos de aves marinas, entre ellos, albatros, gaviotas y pelicanos, mueren al año en todo el planeta a causa de la pesca incidental, definida por la organización global como “la captura no intencionada de peces y especies marinas (especies no deseadas, sin valor económico y/o, especies protegidas), resultado de las prácticas insostenibles de pesca”.

 

Durante la última reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) los expertos señalaron que hoy en día los mamíferos marinos enfrentan grandes problemas, el principal, precisamente la captura incidental en operaciones pesqueras artesanales e industriales.

En este contexto, en entrevista para SinEmbargo, María José Villanueva, directora adjunta de Estrategia y Ciencia en WWF México, señaló: “En la última reunión de la CBI se discutió, por ejemplo, que sí es muy importante atender el tema de la caza de ballenas de Japón, pero que realmente lo que está matando a los cetáceos pequeños principalmente y algunas grandes ballenas, es la pesca incidental”.

EL CASO DE LA VAQUITA MARINA

La marsopa más pequeña del mundo se encuentra en inminente riesgo de extinción: En febrero pasado, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) hablaba de que en el mar de Cortés nadaban apenas 30 ejemplares, mientras entre 2015 y 2016 se contabilizaban alrededor de 60.

Organizaciones de la sociedad civil auguraban desde entonces que sin la implementación de medidas efectivas, la especie desaparecería entre 2018 y 2020, no obstante, tras los hallazgos de cadáveres de la especie en sólo un mes, prevén que la extinción ocurra antes del cambio de Presidente.

Especialistas y activistas han señalado precisamente a la pesca incidental como uno de los factores que han propiciado la situación en que se encuentra hoy la vaquita. Las redes de enmalle que utilizan principalmente pescadores ilegales de totoaba –especie que también se encuentra en peligro de extinción– es donde están quedando atrapados los pequeños cetáceos.

OTROS ANIMALES EN LA CUERDA FLOJA

La extinción de la vaquita marina es un tema preocupante en México, sin embargo, Villanueva indicó que en el mundo existen otras especies que se encuentran en la cuerda floja, aunque no al grado al que ha llegado la marsopa más pequeña del mundo. La marsopa sin aleta o marsopa negra, el Delfín del Irrawaddy, el delfín de Maui y la Franciscana o delfín del Río de la Plata tienen algo en común: se encuentran al borde la extinción gracias a la pesca incidental.

“La comunidad científica y la comunidad de conservación ha notado desde hace tiempo que la pesca incidental es un problema grave alrededor del mundo, que está afectando seriamente a las especies marinas”, señaló.

La marsopa sin aleta o marsopa negrahabita en el río Yangtse, de acuerdo con Villanueva, se encuentra “altamente amenazada” y el último censo arrojó que existe apenad cerca de mil individuos, con un declive anual del 13 por ciento. Como se hará con la vaquita marina en México en otoño próximo, Japón hace el esfuerzo de recuperar a la especie en un confinamiento, en una zona con menos presión de pesca.

Sobre el delfín del Irrawaddy se tiene registro de entre 78 y 90 individuos que se distribuyen en el río Mekong, en Camboya, donde las redes de enmalle no sostenibles han arrasado con la especie que llega a pesar hasta 130 kilogramos.

Además de la pesca incidental, las presiones por la minería en el hábitat del Delfín de Maui que se encuentra en Nueva Zelanda, han causado que la población se encuentre actualmente en 63 individuos. Hace cinco años, WWF criticó las medidas del Gobierno neozelandés quien prohibió usar redes de deriva hasta 2 millas náuticas de la costa, pero permitió el uso entre 2 a 7 millas náuticas siempre que haya un observador a bordo de la embarcación.

La franciscana o delfín del Río de la Plata habita en aguas costeras poco profundas de las regiones tropicales y templadas a lo largo de la costa este de América del Sur, en Brasil, Uruguay y Argentina, donde el tráfico de embarcaciones es otro de los factores que han desencadenado que la especie esté situada en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

“La pesca incidental y la falta de alternativas de pesca sustentables son las razones que están llevando a estas especies a la extinción. No es un tema exclusivo de México, es un problema que está teniendo todo el mundo la vaquita sería la segunda especie de cetáceo que se extinguiría por causas humanas en este siglo”, alertó.

LAS ESPECIES QUE SE EXTINGUIERON

La directora adjunta de Estrategia y Ciencia en WWF en la organización global señaló que a lo largo de 250 años han desaparecido cuatro especies de mamíferos marinos, por lo que nuevamente hizo un llamado al Gobierno de México a que se realice una acción global “urgente y coordinada” a fin de evitar que la vaquita marina se convierta en el número cinco.

El baiji, el lobo marino de Japón, la foca monje del Caribe y la vaca marina de Steller se despidieron de el mundo gracias a la sobreexplotación y al consumo desmedido, informó Villanueva. “En todos los casos hubo un mal manejo del recurso natural”, dijo. Y agregó que el cuarteto de animales eran depredadores tope y como tales tenían la función de controlar las poblaciones dentro de la cadena alimenticia.

En 1768 se extinguió la vaca marina de Steller, perteneciente a la especie de los sirenios. El gigante manatí vivió en las aguas del Ártico y al ser una excelente fuente de grasa y de alimento y al nadar lentamente era reto fácil cazarla. Según WWF, fue la primera especie de mamífero marino que se extinguió por causas humanas.

La foca monje del Caribe que habitaba en la zona costera del Golfo de México fue ampliamente cazada por su carne y se vio por última vez en 1958, aunque fue hasta los años 90 cuando se declaró extinta. Aunque algunos pescadores aseguran haberla visto, Villanueva señala que los animales pueden ser confundidos con manatíes.

El lobo marino de Japón también fue víctima de la sobreexplotación, ya que era cazado por su grasa y por su piel, además de ser utilizado como carnada de pesca e incluso en la medicina oriental. La especie de aspecto similar al lobo de California que vive en México, se encontraba en el mar de Japón, a lo largo de la península de Corea.

La primera especie de cetáceo que se extinguió por causas humanas fue el delfín del río amarillo o baiji, animal que al igual que la vaquita presentaba una alta tasa de enmallamiento en artes de pesca.

Aunado a ello, la alta contaminación del río Yangtse y el tráfico de embarcaciones terminó con la especie que dependía mucho del sentido del oído para lograr relacionarse con el entorno, ya que contaba con una vista muy pobre para las turbias aguas, situación que contribuyó en dificultar que se encontrara con parejas para reproducirse.

Hubo intentos del Gobierno chino por reproducir al animal en cautiverio, pero no fueron exitosos. Actualmente es considerada como una especie funcionalmente extinta, ya que tienen que pasar 50 años sin ser vista para que la UICN la declare extinta formalmente.

“El baiji desapareció por la pesca incidental y se le une una lista larga de especies que actualmente encabeza la vaquita”, concluyó.