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24 Horas

La candidata indígena a la Presidencia de México, María de Jesús Patricio, dijo hoy que las comunidades originarias buscan articular un movimiento que derribe el “proyecto capitalista” que está destruyendo al país y va más allá de los comicios de 2018.

 

“No vamos buscando la silla presidencial, sino organización desde los pueblos, organización desde todos los sectores de la sociedad civiles y (que) logremos juntos quitar este proyecto capitalista que nos está destruyendo”, afirmó en entrevista telefónica con Efe.

 

En una pausa en las reuniones que sostienen los asistentes al Congreso Nacional Indígena (CNI) que la eligió el domingo como candidata y portavoz, Patricio aseguró que el movimiento que representa “va más allá de unas elecciones”.

 

Sí habrá un registro de su candidatura ante el Instituto Nacional Electoral (INE), pero el objetivo no es solo aparecer en la boleta electoral y lograr un voto, comentó.

 

Al cuestionarle si realizará una campaña política tradicional, la mujer de origen nahua nacida en el occidental estado de Jalisco afirmó que el proceso “va a ser diferente”, pues atenderá la máxima del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de “mandar obedeciendo”.

 

“Sí tenemos que hacer visitas (a las comunidades), pero quienes van a hablar son los pueblos. Lo vamos a ir definiendo, ellos nos van a decir cómo”, aseguró.

 

El proyecto busca incluir no solo a los miembros de los pueblos indígenas, sino a grupos comunitarios en las ciudades que se quieran sumar.

 

Su objetivo es “salir a todos los rincones” del país para “informar cuál es el propósito del Concejo Indígena de Gobierno”, al que considera “el nuevo pacto” que han logrado los indígenas en México.

 

Este Concejo fue propuesto y sometido a votación por el CNI con la intención de nombrar a una mujer como delegada para que contienda a nombre de los pueblos indígenas y de la sociedad civil en el proceso electoral de 2018.

 

Patricio dijo que su designación fue “una sorpresa” para ella, pero señaló que acepta la decisión que los pueblos indígenas tomaron “juntos”, pues entiende que necesitaban “una vocera” porque ante el órgano electoral “no se puede registrar a un grupo”.

 

“Es una gran responsabilidad, lo que me mueve es ese coraje de lo que está pasando a nivel nacional y yo pienso que juntos podemos salir adelante”, expresó Patricio, quien añadió que está preocupada la violencia que sufren las comunidades indígenas.

 

Conocida como Marichuy, de 54 años, se dedica a la medicina tradicional y la herbolaria en su natal Tuxpan, una actividad que fue heredada de sus tías y su abuela y que le llevó a unirse a la casa de salud Calli Tecolhuacateca Tochan, que da atención a grupos vulnerables de su comunidad.

 

En una entrevista con el semanario Tukari en 2010, dijo que el levantamiento del EZLN en 1994 fue “sumamente inspirador” para ella. Meses después fue invitada como representante de su comunidad al Foro Nacional Indígena y desde entonces ha estado ligada a ese movimiento.

 

En marzo de 2001 fue una de las indígenas en tomar la palabra en la tribuna del Congreso mexicano, donde habló a favor de los derechos de las mujeres y mostró un “compromiso con el combate al machismo”.

 

Patricio, quien desde hace 20 años trabaja a favor de las comunidades de Jalisco, cuenta con “muchos de los requisitos” que los pueblos originarios buscaban para la persona que ejercería como portavoz, dijo a Efe Fortino Domínguez, indígena zoque participante en el CNI y radicado en Guadalajara.

 

“Ella nunca se ha vendido, nunca ha claudicado. Como todas las personas, trabaja para sobrevivir y, en ese sentido, cumplía con muchos de los requisitos” para ser nombrada portavoz del Concejo Indígena de Gobierno, indicó.

 

Domínguez, miembro del centro de lengua y cultura zoque, explica que se eligió a una mujer para “poner en evidencia el machismo que permea en la sociedad mexicana” y del que las comunidades “no están exentas”.

 

Con este movimiento, abundó, los pueblos originarios buscan “parir otro mundo” distinto al que ha planteado el modelo económico actual y en el que los más desfavorecidos son los que más sufren.

 

“Ella pude ayudar a lograr esto, sobre todo porque es médica tradicional. Ella es la prueba fehaciente de que los conocimientos indígenas son conocimientos reales”, aseguró.