El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, insistió en que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, debe «respetar las condiciones» de asilo otorgadas por la nación andina desde el año 2012 y no inmiscuirse en la política ecuatoriana.
Que no intervenga en la política ecuatoriana y no intervenga tampoco en la política de países amigos», respondió Moreno a una pregunta en un conversatorio con periodistas locales que tuvo lugar en el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo.
Se refería a un reciente tuit de Assange desde Londres en el que aseguraba que WikiLeaks publicará pruebas de corrupción en Ecuador, si las obtiene.
Moreno también agregó que su gobierno seguirá garantizando el asilo y «respetando esa condición».
El pasado 19 de mayo el entonces canciller, Guillaume Long, pidió públicamente al gobierno de Londres que conceda un «salvoconducto» al fundador de WikiLeaks para abandonar la Embajada y asilarse en Ecuador.
Ello, después de que la Fiscalía sueca había dado carpetazo a la investigación preliminar abierta hace siete años contra él por un supuesto delito de violación.
Moreno valoró que el gobierno británico posiblemente no va a permitir que se conceda el salvoconducto, con lo cual Assange «podría continuar en la Embajada de Ecuador».
Moreno calificó a Assange de «hacker» y rechazó el tipo de actividad realizada por WikiLeaks.
Antes de terminar su Gobierno, el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, en cuyo Gobierno se otorgó el asilo a Assange, dijo que Ecuador «cumplió con su deber» en el caso del australiano y recalcó que «nunca quiso» obstruir a la Justicia sueca sino darle protección frente a «sectores de Estados Unidos que (le) amenazaban hasta con la pena de muerte».