En el estado de Veracruz aún estamos muy lejos de alcanzar la paridad en la vida pública. La fórmula 50/50 impulsada por el OPLE para incrementar la participación de las mujeres en los gobiernos municipales no alcanzó para mantener los equilibrios.
En esta elección, las consejeras electorales impulsaron la paridad horizontal y vertical, que significó que todas las fórmulas se integraron por ciudadanos del mismo género, que en la lista de ediles anotaran a la mitad de hombres y la otra mitad mujeres, y que el 50 por ciento de las planillas la encabezaran las féminas. Además, se exigió que les dejaran espacios con posibilidad de triunfo.
Para verificar el cumplimiento de estas reglas siguieron el “efecto cremallera” ya que en la lista no podían estar juntas dos candidaturas del mismo género; pero además establecieron “bloques de competitividad” en los que se dividieron los municipios con más alta y más baja votación en la elección anterior para cada partido político.
Son leyes y disposiciones discriminatorias, me dicen algunos hombres. Es cierto, pero es tanta la desigualdad entre hombres y mujeres, en detrimento del sexo femenino que son necesarias para hacer contrapeso.
Las medidas fueron insuficientes. 156 hombres y 56 mujeres gobernarán los municipios a partir del 31 de diciembre. Las féminas ganaron espacios en 30 ayuntamientos más de los que actualmente administran. Ojalá tengan un desempeño digno y honesto, y que impulsen la paridad democrática.
La votación emitida el domingo refleja que la mujer tuvo un avance real en los espacios políticos municipales, consideró la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación en el Organismo Público Local Electoral (OPLE), Eva Barrientos Zapeda, quien impulsó los lineamientos y el manual para la paridad de género en esta elección.
No se trata de hacer “mártir” al género femenino, pero también es una realidad que persisten los prejuicios cuando una mujer tiene una aspiración o alcanza sus metas. El más clásico: que tiene un “padrino” político, por no repetir las barbajanadas que dicen. Es degradante, misógino y arcaico, pero sigue en la mente corta de muchos, lo peor es que los medios de comunicación lo reproducen.
El concepto de “paridad” se acuña en 1992 cuando las mujeres europeas y ministras se reúnen en Atenas en la primera Cumbre Europea «Mujeres en el Poder», contó la ministra de la SCJN en retiro, Olga Sánchez Cordero en su reciente visita a Xalapa.
La participación de la mujer en la política y en la vida pública tiene pocos años. En la asamblea Constituyente de 1917 no había una solo mujer y ahora en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, se alcanzó la paridad.
También contó que algunos compañeros incrédulos se sorprendieron con la integración del Congreso del Estado de Jalisco: 70 por ciento de mujeres y 30 por ciento hombres. Creyeron que faltaban muchos años para ver a la mujer superar a los hombres en representación.
Así que tal vez, sólo tal vez, tampoco estamos tan lejos…

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Fui al cine a ver Wonder Woman, acompañada de mis crías. La más pequeña, al salir de la función, repetía algunas maniobras de las peleas al tiempo en que insistía en que ella es la mujer maravilla.
Si no la ha visto, es una buena opción. Aquí le dejó una de las frases de Dayana cuando combate al “malo”: “No se trata de merecer, es sobre lo que crees. Y yo creo en el amor”.

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