El congresista Mike Quigley, copresidente del Caucus de Transparencia, presentó un proyecto de ley llamado «Covfefe» para que los tuiteos del presidente Donald Trump queden documentados en los Archivos Nacionales.
La propuesta, llamada como una palabra inexistente con la que Trump dio de que hablar hace unas semanas en Twitter, enmienda la Ley de los Documentos Presidenciales para incluir el término «redes sociales» como material documental.
«Para mantener la confianza pública en el gobierno, los cargos públicos electos deben responder por lo que hacen y lo que dicen, y esto incluye los tuiteos«, explicó Quigley.
El uso frecuente y sin filtros que el presidente Trump hace de su Twitter personal como medio de comunicación oficial no tiene precedentes. Si el presidente va a recurrir a las redes sociales para hacer proclamaciones públicas repentinas sobre sus políticas, debemos asegurarnos de que esas declaraciones quedan documentadas y preservadas para futura referencia», agregó.
El congresista subrayó asimismo que los tuiteos son «poderosos y el presidente debe rendir cuentas por cada publicación».
Redes Sociales en Archivos Nacionales
En 2014, los Archivos Nacionales de EU publicaron una guía con la indicación de que las redes sociales merecen también formar parte de los registros históricos.
El uso sin precedentes que el presidente Trump hace de Twitter llama una atención particular sobre esta preocupación», apuntó el congresista.
El proyecto de ley toma el nombre de un mensaje escrito por el presidente la pasada medianoche del 31 de mayo, con una palabra inexistente y aparentemente incompleto, que desató numerosas burlas.
«Pese a la constante ‘covfefe’ negativa de la prensa», tuiteó a Trump, quien presumiblemente quiso escribir «coverage» (cobertura), en lugar de la palabra inexistente «covfefe».
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, sostuvo la semana pasada que el presidente «es el mensajero más eficaz» de su agenda y que Twitter se ha convertido para él en una «herramienta muy, muy efectiva» para «hablar directamente» a los ciudadanos.
Spicer recordó que Trump ya fue criticado por sus tuits durante la campaña electoral y que finalmente «le fue muy bien», en alusión a su victoria en los comicios de noviembre.
A diferencia de lo señalado por otros asesores y portavoces de la Casa Blanca, Spicer dijo que, dado que es el presidente de EU, los tuits de Trump deben considerarse «declaraciones oficiales».
Desde hace tiempo, el equipo de comunicaciones de Trump y sus asesores intentan que el mandatario se contenga en Twitter, porque en muchas ocasiones el magnate contradice o rechaza en sus tuits el mensaje oficial que intenta transmitir la Casa Blanca.
Según publicó recientemente el diario The Wall Street Journal, la Casa Blanca estudia poner en manos de abogados la supervisión de los mensajes que Trump publica en Twitter.